No nos engañemos con la ilusión de la “libre elección”. ¿Quién puede realmente elegir en Chile la educación de sus hijos? ¿Dónde recibir atención médica? La realidad es que esta supuesta libertad solo la tienen los con más recursos. Para la mayoría del país, la “libertad de elegir” se traduce en decidir en qué banco endeudarse.
No nos dejemos engañar por esta farsa que solo busca mantener los privilegios de unos pocos. Es hora de desenmascarar esta farsa. Por eso, mi voto es En Contra.