El ex candidato presidencial fue invitado por la Asociación Nacional de Legisladores de México, para abordar la situación de Chile. También participaron el ex Canciller de Brasil, Celso Amorim, y el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Maximiliano Reyes.
Este viernes, Marco Enríquez-Ominami expuso ante 350 diputados y políticos mexicanos, en el marco del seminario internacional impulsado por la Asociación Nacional de Legisladores de México, principal grupo de respaldo del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
La instancia tuvo por objetivo analizar las respuestas de los gobiernos ante la pandemia, específicamente en Brasil, Chile, Colombia, España y México. Por ello, el resto de los expositores fueron el ex canciller de Brasil Celso Amorim, el ex presidente colombiano Ernesto Samper, el ex mandatario español José Luis Rodríguez Zapatero y el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, el mexicano Maximiliano Reyes.
“Este virus que todos reconocemos por sus tres atributos: la amplitud, la velocidad y la letalidad de contagio, golpea muy duro a una América Latina que ya venía, en los últimos cuatro años, en una curva descendente en productividad, seguridad, prosperidad, crecimiento promedio y control de la inflación, veníamos mal, y nos golpea muy duramente. Y en el caso de Chile, una pequeña economía que es apenas el 0.4% del PIB mundial, que yo califico como la Corea del Norte del capitalismo, donde, por ejemplo, las universidades públicas son las más caras del mundo”, comenzó diciendo Enríquez-Ominami en su exposición, enfatizando que en el país “la salud, la vivienda, la educación, el transporte los servicios básicos están en manos de 4 a 7 familias”.
De acuerdo a su análisis, Chile “un pueblo endeudado, recibe la pandemia en medio de protestas sociales, las más importantes de la historia del país que llegaron a reunir a más de 2 millones de personas en una de las plazas más importantes de Chile”.
En la misma línea, aludió a los problemas de pobreza y desigualdad “muy parecido, guardando las proporciones, a México”, recalcando que el país “tiene la medalla de oro de la desigualdad”, aludiendo a que, en materia de salud, eso se expresó con mucha dureza tras la aparición del virus.
También afirmó que “la estrategia sanitaria fracasó”, razón por la cual “el Gobierno de Chile ahora promueve un acuerdo nacional tanto en lo sanitario como en lo económico, agregando que se hizo un esfuerzo fiscal muy inferior al de Perú y Estados Unidos, y que consistió en un bono –que es la mitad al de los peruanos y un 60% al de Colombia- que todavía no se logra pagar y que, además, es descendente a pesar de que la pandemia va subiendo”.
Por último, Enríquez-Ominami aseveró que Chile, a pesar de tener herramientas, no las ha ocupado “y estamos en una disputa ideológica, no entre progresistas y conservadores, sino entre humanistas y antisociales. No tiene lógica lo que hace este Gobierno”.