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[La Tercera] El libro en que Karen Doggenweiler habla de ME-O, de política y de las AFPs como un “sistema perverso”

extra79

Esta semana estuvo marcada por el ingreso oficial de la animadora de TV Karen Doggenweiler a la campaña presidencial de su esposo, Marco Enríquez-Ominami. La noticia la dio a conocer la propia periodista a través de su cuenta de Instagram el miércoles 20, el mismo día en que se daba inicio oficial a las campañas. También contó que el canal público la había autorizado a tomarse tres meses de permiso sin goce de sueldo para dedicarse de lleno a la tercera postulación del abanderado del PRO.

Como parte de ese esfuerzo, la animadora de TV presentará el libro Conversación íntima con Karen el próximo 11 de octubre, una serie de conversaciones con el periodista español Mario Amorós -autor de biografías de Salvador Allende, Pablo Neruda y Miguel Enríquez, entre otros-, en el que comparte, además de su carrera profesional y vida familiar, su ideario político. A continuación, un adelanto de algunos fragmentos del texto.

¿Qué te parecen los mecanismos anunciados por la Presidenta Bachelet para elaborar la nueva Constitución? En las próximas elecciones parlamentarias la ciudadanía decidirá cómo se preparará la nueva Carta Fundamental…

Es un proceso bien largo. Como sabes, la Constitución vigente fue impuesta por la dictadura en 1980 y, aunque fue reformada en 1989 y en 2005, sigue siendo una Constitución que, en definitiva, nos amarra, que imposibilita las transformaciones de fondo. En la segunda vuelta de la elección presidencial de 2013 marqué AC en mi papeleta de voto, porque entiendo que la asamblea constituyente es el mecanismo más adecuado para generar una nueva Carta Magna. Creo que la sociedad chilena es cada vez más perceptible, cada vez hay más gente que quiere cambios y que entiende que estos exigen y pasan por una nueva Constitución para la República. Sigo pensando que la asamblea constituyente es el mejor mecanismo para elaborarla. Los países que han tenido este proceso han sido enormemente beneficiados, la gente se siente escuchada, valorada. No creo que sea bueno seguir maquillándola.

Si gana Piñera, seguramente la Constitución de 1980 seguirá vigente…

Sí, creo que a él le gusta mucho.

Algunos líderes políticos y algunos intelectuales descalifican todo el proceso, vaticinan que pondrá fin a la apreciada estabilidad social y política…

Menosprecian a la gente, tienen miedo a la participación de la ciudadanía en la discusión pública del nuevo marco de convivencia. Yo sí creo que como país seremos capaces de mantener una discusión de altura y de construir consensos. Estamos preparados para tener un debate nacional sobre un país en el que entremos todos.

Salvador Allende decía que el cobre era “el sueldo de Chile”. Casi medio siglo después esto no ha cambiado. Marco plantea que el país debiera apostar por modificar su estructura económica, aún fundada en la exportación de materias primas, y avanzar hacia una economía desarrollada del siglo XXI…

Y se agranda la brecha de Chile con los países más avanzados, que ya caminan en esta dirección, nuestra distancia es enorme. No podemos depender principalmente del precio internacional del cobre. Ya no le añadimos ningún valor agregado, no invertimos cuando había que hacerlo y eso fue un error. Hoy hay que buscar alternativas en una economía del conocimiento, el turismo, las nuevas tecnologías, de cooperación… La va a tener difícil el próximo presidente, pero conozco a uno que tiene un programa maravilloso para salir rápido a reactivar la economía y el empleo. Lo veo a diario, trabajando incansablemente.

¿Crees que hay que renacionalizar la gran minería del cobre?
En nuestro país se han privatizado el agua, los recursos naturales, la sanidad, las pensiones… Y aunque Codelco sigue siendo estatal, una parte de las minas de cobre las explotan compañías privadas que solo pagan un impuesto y que debieran dejar mucho más al país por la riqueza que se llevan de un recurso natural no renovable. Se fomenta el temor de que cambiar las reglas implicaría que estas empresas se marcharán de Chile, pero te aseguro que esto no sucedería. Creo que hay que aprobar un royalty mayor y avanzar hacia la recuperación de nuestros recursos naturales.

Otro asunto muy relevante son los derechos de los trabajadores, que fueron destruidos por la dictadura. Es increíble que hasta la reforma laboral aprobada el pasado año pudiera reemplazarse a los trabajadores que convocan una huelga…
Es indiscutible que la fortaleza se logra con la negociación por ramas. Esa es la gran pelea que hay que dar, que los trabajadores se puedan unir para conquistar más derechos. Además, aquí en Chile se usa mucho lo de los sindicatos muy divididos, dentro de la misma empresa hay varios. Sería mejor que los trabajadores de un rubro, el textil por ejemplo, pudieran estar unidos y organizados en un mismo sindicato a lo largo de todo el país, les daría mucho más poder para negociar.

Desde el pasado año ha habido marchas masivas contra el sistema privado de pensiones con un lema bien claro: “No + AFP”. El economista Manuel Riesco lo define como “un sistema canalla”…

Es un sistema perverso, tenemos las pensiones más bajas de toda la Ocde. He participado en estas marchas junto con mi hija Fernanda. Creo que hay que transformar profundamente el sistema de pensiones, no puede seguir así, ni siquiera agregando un nuevo competidor que sea un poco más “decente”. No comparto la creación de una AFP estatal, porque es como agregar el Banco del Estado al sistema financiero. Prefiero un sistema público de pensiones donde, a través de los impuestos, los trabajadores en activo “pagan” las pensiones de los adultos mayores, pero que también considere el ahorro propio. Prefiero algo mixto y que lo que vemos hoy deje de existir. A veces una escucha a alguien decir “deberían ahorrar más”. Pero ¡quién puede ahorrar hoy! Una madre que gana, por ejemplo, un millón de pesos y que tiene dos hijos en la universidad… ¡es pobre! No le va a alcanzar para nada. ¿Cómo, además, va a ahorrar para su vejez? Tener una jubilación digna es un derecho, no un favor.

Otro de los aspectos más preocupantes es la situación en La Araucanía. El conflicto mapuche, con una larga historia, es muy complejo…
Creo que falta el reconocimiento constitucional al pueblo mapuche. Hay que reconocer su lengua y darles un trato digno que incluya cuotas de participación y de representación. Hay países que han resuelto tan bien su relación con los pueblos originarios de manera pacífica, pero esto supone tiempo, plata, trabajo… En cambio, acá en Chile cuando pasa algo el gobierno manda a las Fuerzas Especiales y continúa vigente la Ley Antiterrorista que la dictadura impuso en 1985.

Fuente: La Tercera