El candidato presidencial del Partido Progresista de Chile, Marco Enríquez-Ominami, concedió una entrevista exclusiva a Sputnik, en miras al proceso electoral que comienza el domingo 2 de julio.
Hijo de Manuel Enríquez, secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionario asesinado por la dictadura de Pinochet en 1974, Marco se exilió en Francia con su madre. El cineasta y político militó en las filas del Partido Socialista, del cual se apartó para presentarse como candidato presidencial independiente en las elecciones de 2009 y de 2013, quedando en tercer lugar en ambas ocasiones.
Sputnik dialogó en exclusiva con el candidato, en la previa a las elecciones primarias del domingo 2 de julio.
— ¿Qué resultados espera de las elecciones primarias de este domingo?
Nos hubiera gustado a los militantes de la centroizquierda unas primarias para todos los cargos en todo Chile. Estas primarias que van a ocurrir el domingo, [en las que no participa el Partido Progresista], lamentablemente no son para todos los cargos, ni son amplias. Son más un mecanismo entre algunos para resolver sus problemas que una gran primaria unitaria de la centroizquierda.
— ¿Por qué no se logró unir a las fuerzas de la centroizquierda en una primaria?
La izquierda tiene un talento bien histórico: donde hay dos militantes, construye tres partidos. Un enorme talento para evitar, a mi juicio, abordar los desafíos del presente y el futuro: el crecimiento económico para todos, el tema de las capas medias en América Latina, la deuda pública de los países. La economía es un gran ausente de la izquierda en los últimos tres o cuatro años.
No se ha querido articular y competir con una fuerza de centroizquierda que sea responsable de un proceso de cambio. El mundo cambió entre la elección presidencial pasada y ahora. Enfrentamos a un presidente de EEUU, [Donald Trump], que toma medidas completamente impredecibles. El retiro del Acuerdo de París, el fin del Tratado Transpacífico (TPP), que dicta para América Latina un destino que francamente es muy hostil para los mexicanos y eso nos agrede a todos.
— Sebastián Piñera aparece como el candidato mejor posicionado ¿Esto es parte del retorno de los partidos de centroderecha en América Latina?
Yo no creo que exista un proyecto de derecha. Existe un castigo a Gobiernos progresistas que no supieron entender su propio éxito. Yo no creo que haya ganado Macri, creo que perdió Scioli. No creo que Piñera vaya arriba, creo que nosotros estamos perdiendo. Yo le voy a ganar porque Sebastián Piñera no ha propuesto ni una sola medida económica.
Mire lo que pasó en Argentina, país del G20, que acaba de emitir bonos a 100 años por 2.700 millones de dólares. No lo hace para obtener dinero, sino una calificación seria de mercado. ¿Cómo reaccionaron los mercados? Lo castigaron, por poco serio.
Ahí tiene Usted un empresario que se dice sabedor de la economía, que afirma que tiene propuestas y que hoy día tiene que ir a China a buscar recursos. Ese presidente es idéntico a Piñera. No tiene un proyecto, tiene ocurrencias. No propone cómo reactivar el empleo, solo un eterno volver al pasado. Por eso estoy muy confiado en que, después de estas primarias, yo me voy a encargar de no permitir que Sebastián Piñera anestesie la democracia.
— Usted propone reducir a cero el impuesto a las PYMEs y aumentar el impuesto a los ingresos más altos a un 40%, ya que para el 2055 la mitad del empleo no va a existir y este será un desafío muy importante. ¿Cómo encararlo?
Vuelvo a lo que pasó en la década pasada en América Latina, una década de oro. La región conoció una expansión democrática y social inédita. Pasó del 43 al 25% de pobreza en promedio. En Chile, del 43 a entre 11 y 13%. Es un récord, pero creo que la centroizquierda se incomodó con la clase media.
Yo voy a encargarme de hacer tres propuestas. Una, llamar a la reflexión de la izquierda. La robotización del mundo significa la pérdida de millones de empleos en el planeta. Por ejemplo, en este momento estoy en Antofagasta, una de las regiones más controversiales de Chile, donde se produce el cobre. Los camiones de Codelco, la empresa más grande de cobre de Chile y del mundo ya se manejan sin un ser humano. Son puros robots.
En Chile existe un tramo de ultra ricos que vive con más de 150.000 dólares mensuales o que tiene más de un millón de dólares en el sistema financiero especulativo. A ellos les voy a pedir un esfuerzo de un 1%. Voy a implementar una baja de impuesto a cero a los que crean empleo, a los emprendedores.
La economía no es patrimonio de la derecha, no le regalemos esta idea de que ellos ponen las soluciones y nosotros, la izquierda, los problemas. Ellos no tienen respuestas. Mire Trump. Ofreció un muro y no tiene dinero para construirlo. Mire Macri, ofreció deuda y terminó en China pidiendo prestado. La derecha en materia económica no tiene propuestas. Lo que sabe es declarar la guerra, sabe de nacionalismos, pero no de economía. Sabe de ahorro fiscal, pero no sabe gastar responsablemente. Sabe endeudar a la clase media. Es lo que ha pasado en Chile. Aquí no existe ni una sola universidad o instituto técnico gratuito. Incluso las estatales cobran. Si usted revisa el PBI per cápita, somos probablemente el país que más gasta y el más caro en educación superior.
El sistema previsional, [basado en empresas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP)], ha hecho que Chile tenga 170 mil millones de dólares dando vuelta tanto en el país como por el mundo. El Estado chileno tiene ahorrados 14 mil millones de dólares aquí y en el exterior. Tiene una deuda pública mucho más baja que la Argentina, una inflación promedio controlada, una economía con responsabilidad fiscal. Con un déficit complicado, es cierto, pero mucho más bajo que en otros países. Cuando Usted tiene a los chilenos jubilándose en promedio con 300 dólares mensuales, pagando 1.000 dólares por mes por las universidades, y tiene ese nivel de ahorro hay un problema. No es coherente.
— Usted ha propuesto la educación universitaria gratuita…
Yo fui el primer político y el primer candidato presidencial en expresar con éxito la gratuidad para los estudiantes. En 2009 fui reconocido y batí un récord en materia de votación histórica en Chile. Nunca un candidato independiente había tenido tantos votos. Fui con esa bandera porque, para mí y los progresistas, el hijo de rico, no es rico. Quien es rico es el padre, no el niño. Por tanto para mí es fundamental que todos los hijos sean iguales ante el conocimiento. Ese es mi desafío y a eso los convoco.
— Una propuesta muy popular para toda la juventud…
Era de minoría hace siete años y ahora es de mayoría, como buena cantidad de mis propuestas, que eran todas controversiales. Sobre el divorcio, el aborto, el matrimonio igualitario, los impuestos fiscales, la transición energética, la nueva relación con la minería chilena…
Yo siento que el problema es que la izquierda carece de liderazgos que se atrevan a hablar de economía, de modelos de desarrollo, de modelos productivos, de competitividad, de productividad. Chile es una pequeña economía. El modelo de apertura económica no nos va a dar más de lo que nos está dando. Es muy difícil abrir más la economía. Chile ya tiene más de 70 tratados y acuerdos de libre comercio con el planeta.
— Su campaña se ha caracterizado por darle un papel muy importante a las redes sociales. Tiene más de 400.000 seguidores en Facebook y utiliza permanentemente Twitter y los nuevos mecanismos de comunicación.
Me fascina la posibilidad de la inteligencia colaborativa, de que haya comunidades, de que la gente pueda ejercer su hambre de transparencia a través de las redes sociales. También veo en las redes mucha protesta y poca propuesta. Son un mecanismo democrático al que me someto todos los días como se puede ver en Twitter, Facebook e Instagram. Probablemente tenga las comunidades más grandes y activas entre los políticos chilenos.
Lo principal no es el uso que puede hacer un político de las redes sociales. Es el objetivo, que permiten algo muy importante en esta era. Permiten que otra verdad sea posible, no solamente la de los empresarios que se han comprado los medios de comunicación en Chile. Aquí los bancos han comprado los canales de televisión y los diarios. Por eso cuando uno propone que haya más competencia entre bancos, Usted se imaginará que la posibilidad de que eso se vea en la televisión es baja. Los dos canales más importantes de Chile están en manos de un banquero.
Si hay un país donde los medios están controlados por la banca es Chile. Explíqueme usted en qué país un banquero se puede comprar con esa facilidad un canal, un diario o diez radios. En un país donde más del 60% de mis compatriotas están endeudados en los bancos, los grandes ausentes del debate.
— Tras el retiro de EEUU del TPP, en el cual Chile había ingresado, ¿cuál es la perspectiva de integración para su país?
Soy un convencido de que en mi Gobierno podrá iniciarse algo histórico en el continente: la conexión de dos océanos. Voy a conectar el Atlántico con el Pacífico. Voy a abrir el túnel entre Argentina y Chile. Por una cosa muy concreta: el 90% de lo que exporta Chile lo hace vía puertos y no tenemos una puerta al Atlántico. Argentina, Brasil y Uruguay necesitan una puerta al Pacífico, donde está ni más ni menos el mercado asiático. No conectar océanos es un pecado. Lo que hace grande a EEUU es la conexión del Atlántico y el Pacífico.
Como presidente acompañaré todas las alianzas, foros y procesos de integración entre Estados. También apoyaré como presidente que los sectores privados se integren en tecnología.
Quiero ser el presidente de la innovación, de la creatividad, el que proteja a Chile de un futuro incierto. Por eso me he preparado más que nunca y espero junto a la centroizquierda construir una alternativa que cuide al país, que mantenga lo bueno de Bachelet y cambie lo que haya que cambiar.
Fuente: Sputnik Mundo