Santiago, 21 de octubre 2014.
Esta mañana, el Presidente de Fundación Progresa, Marco Enríquez-Ominami, junto a la Presidenta del Partido Progresista, Patricia Morales, y el Coordinador del Área Energía, Miguel Marquez, dieron a conocer un comunicado sobre el MEPCO.
“La inercia, la falta de voluntad o de visión vaya uno a saber, pero el MEPCO se consagra como otro mecanismo más que nos asegura: dependencia y vulnerabilidad de por vida o hasta que dure el petróleo o el gas. O hasta que nos vendan automóviles que consuman o electricidad o hidrógeno.
El MEPCO, amortigua los aumentos de precios de los combustibles, ahora de todas las gasolinas, independientemente del octanaje, pero no impide que su precio aumente sistemáticamente y que el impuesto específico asociado lo siga pagando el 20% de la población y se reste al 80% de las mineras, forestales, línea aéreas, entre otros grandes consumidores de este pago.
- En efecto, la inclusión de las gasolinas de medio y alto octanaje, no hace más que reparar un error de diseño que incidirá poco en los bolsillos de los chilenos: el aumento de los precios de los combustibles, incluida las gasolinas es de más de 10% al año desde hace más de 20 años. Podrá amortiguar el alza pero no la detendrá.
- Chile importa más y paga cada vez más por combustibles que no posee y todos los Fondos precedentes así como el MEPCO, no impedirá, por la falta de políticas energéticas responsables el que se ponga freno a la dependencia, vulnerabilidad y contaminación crecientes.Acorde a fuentes oficiales Chile gastó 14.400 millones de dólares a fines del 2013 en crudo y derivados, lo que representa el 5,1% de su PIB del mismo año.
- La discrecionalidad con la que se manejó el SIPCO en el gobierno anterior, se reitera hoy en el MEPCO justificándose ésta vez -su eventual intervención- cuando sucedan “cambios estructurales” que pudiesen ocurrir en el mercado internacional del crudo o derivados. De la discrecionalidad al manejo arbitrario y político hay un límite muy delgado y habitualmente resulta técnica, energética y ambientalmente desafortunada y políticamente abusiva, más aún cuando es posible utilizarla en coyunturas electorales como ha sucedido en el pasado reciente.
- La solución, el PRO lo reitera, exige una verdadera política energética que tarda en llegar. Ésta debería apuntar a la adopción de mecanismos que permitan amortiguar las alzas de precios pero en plazos mayores y no semanales, y sobre todo abordar desde ahora el tema de la dependencia y vulnerabilidad- Para ello sugerimos el establecimiento de un fondo asociado el FELPAS (Fondo para el Financiamiento de Energías Limpias) que se generaría con el aumento de ingresos provenientes del Impuesto Específico de los Combustibles luego de la inclusión de los grandes consumidores que hoy no lo pagan. La idea es bajar el impuesto específico a los combustibles pero ampliar su base de aplicación. El fomento a las Energías Limpias, sería complementado por partidas del presupuesto nacional, constituyéndose el FELPAS en la única vía para que los SIPCO, MEPCO y otros fondos de corto plazo no se transformen en lo que han resultado: un mecanismo de subsidio de energías contaminantes y que no poseemos.”