Acompañado por un grupo de expertos y colaboradores programáticos, el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami presentó oficialmente en la sede de su comando el programa económico de su candidatura.
Elaborado por el equipo económico que encabeza Andrés Solimano, el programa se basa en cuatro ejes: la recuperación de la soberanía sobre recursos naturales, especialmente el cobre y el agua; en segundo lugar, una nueva estrategia de desarrollo productivo; en tercer término, derechos universales garantizados en educación, salud y sistema previsional; y finalmente un nuevo contrato social que equilibre las relaciones entre capital y trabajo.
El programa –que está basado en el concepto de democracia económica– plantea además una reforma tributaria de US$13 mil millones –la más ambiciosa de los últimos 20 años–, la que está compuesta, entre otros puntos, por un impuesto a la riqueza, una disminución en el gasto en armamento, la eliminación del FUT y un royalty a la minería.
“La confianza no se compra con bonos ni con crecimiento económico. Si hay algo que no se hereda a los hijos son los bonos; un jefe de hogar le deja a sus hijos salud, educación, cultura y derechos y hasta ahora lo que le estamos dejando a nuestros hijos y nietos son bonos. Queremos democracia económica”, señaló Enríquez-Ominami.
El presidenciable agregó: “Esta propuesta económica supone una revolución con el objetivo de la normalidad, el sentido común. La soberanía, la recuperación del cobre y del agua, un plan de productividad que supone garantizar crecimiento junto a las pymes, un sistema financiero más al servicio del hombre y no al revés, y un plan pro crecimiento juntos y no al revés.
Proponemos una política social donde existan derechos universales garantizados para todos”.
“Esto lo vamos a financiar a través de una reforma tributaria, las más ambiciosa que se haya conocido hoy en Chile, una reforma tributaria de 5 puntos del PIB, lo que supone un esfuerzo tributario serio. Los planes tributarios que hemos conocido en Chile han sido muy poco ambiciosos, se han hecho reformas siempre a medias y nunca se han abordado los temas de fondo”, enfatizó el candidato.
Andrés Solimano, Doctor en Economía del MIT, fundador y Presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo (CIGLOB) y que se ha desempeñado como Director de países del Banco Mundial, Director Ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo, Asesor Regional de la CEPAL y Director de FLACSO-Chile, explicó: “El diagnóstico fundamental básico nos señala que la sociedad chilena no puede pretender ser una sociedad integralmente democrática si sólo mantiene el pilar político y se olvida de la democracia en lo económico”.
Solimano entregó los principales puntos de la reforma tributaria con las que se planea financiar el programa económico. “Proponemos crear un royalty minero, eliminar el FUT, aumentar de 20% al 26% el impuesto de primera categoría a las empresas cobrado sobre base devengada, crear un impuesto a la riqueza financiera de 1% para personas con activos netos líquidos (excluye casas) superiores a un millón de dólares –excluyendo las viviendas–, reducción del gasto militar en armas de US$ 1.300 millones (0,5 por ciento del PIB), impuestos a los combustibles fósiles y una reducción de exenciones o “gasto tributario” por US$ 2.300 millones”.
Tras entregar un diagnóstico que incluye la existencia de una sociedad individualista en la que se ha extendido la lógica del lucro y un sistema abusivo en el que hay un poder de negociación asimétrico entre las empresas y los trabajadores, Enríquez-Ominami propuso “un Cambio de Reglas que signifique transitar hacia una Democracia Económica. La democracia política y la democracia económica son dos caras complementarias de una sociedad genuinamente democrática”.
En materia de recursos naturales, el programa económico dado a conocer incluye la revisión y derogación del actual Código Minero, la revisión y modificación de la actual ley de gobierno corporativo de Codelco, priorizar la explotación de litio por el Estado chilenoy el establecimiento del carácter estratégico del agua, entre otros puntos.
Respecto de una nueva estrategia de desarrollo, se propuso diversificar la estructura productiva nacional, la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, la transformación del actual Ministerio de Economía en un Ministerio de I+D y la creación de un Área de Propiedad Pública Estratégica (APPE) en sectores como el cobre, el litio, el agua, la energía, los medicamentos y los alimentos.
A la presentación del programa económico asistieron, entre otros, la coordinadora programática del comando Patricia Morales, el sociólogo Alberto Mayol, el coordinador nacional de Educación 2020 Mario Waissbluth y un conjunto de colaboradores en área como vivienda y urbanismo, trabajo, deportes y cultura.
Descargar el programa económico aquí.