El candidato presidencial afirma que la Concertación «no está en condiciones de cumplir sus promesas» y critica la visión «economicista de la derecha».
Marco Enríquez-Ominami dice que en 2009 rompió una tradición. Que ya no había que hacer una «fila de espera» para ser candidato presidencial: de concejal a alcalde, de alcalde a diputado, de diputado a senador, de senador a ministro.
Y afirma que para esta elección está «distinto». Tiene 40 años, un partido, una fundación y varios recorridos por Chile. Pero el escenario es también distinto. Hay más candidatos y en la oposición se enfrenta a Michelle Bachelet.
-¿Hoy su candidatura está más a la izquierda de Bachelet?
-Mi candidatura está con la ciudadanía y encarna el cambio. Quiere aprehender el hambre de eficiencia que cierta gente que se identifica con la derecha defiende y la necesidad de un Estado protector como defiende mucha gente de izquierda. Quiero un Estado como el brazo y un mercado como la herramienta. Creo en una economía mixta. Y en muchos temas la izquierda y la derecha se sostienen, pero en otros no tienen nada que decirles a los chilenos.
-Usted afirma que va a dejar a Pablo Longueira en primera vuelta. ¿En qué se basa si la centroderecha ha obtenido una votación superior al 40% en las últimas tres elecciones presidenciales y usted no pasó a segunda vuelta en la anterior elección?
-Creo que estamos frente a un escenario inédito. Es muy difícil que la derecha pueda repetirse en el gobierno. Hay una evaluación muy dura respecto de la actual administración. Se abre un escenario interesante de que en segunda vuelta estemos enfrentando visiones de sociedad y no de administraciones de sociedad. Longueira no está logrando concitar el grueso de la votación histórica de los que creen en la eficiencia y la gestión. Los desencantados de Piñera no van a votar por Longueira. Hoy hay más candidatos en la centroderecha. Hay otro economista de derecha, que también compite con Longueira, que es Franco Parisi.
-Usted enfrenta un escenario más complejo en esta elección respecto de 2009. Bachelet es más competitiva de lo que era Eduardo Frei, podría postular el independiente Franco Parisi y también otros candidatos que se identifican con la izquierda como Marcel Claude o Alfredo Sfeir, que estarían disputando su electorado…
-Acabo de recibir un estudio sobre cobertura de los candidatos en televisión. En un canal aparecemos 16 segundos contra mil de Bachelet. Hoy el desafío nuestro es tratar de salir de un cerco comunicacional que impide visibilizar nuestras propuestas. Esta es una elección distinta. Yo soy distinto. La elección pasada no tenía un movimiento, no tenía una fundación y no había recorrido Chile con tanta intensidad. Lo que veo en las calles es distinto a lo que dan los canales. Veo una ola de simpatía y adhesión a fuerzas distintas a lo que ofrece la Concertación y la Alianza. No tengo duda de que se abrió un nuevo Chile. ¿Quién encabeza mejor ese nuevo Chile?, ¿los que quieren repetirse el plato o los que ya tuvieron 20 años y no lograron hacer los cambios?
-¿Cuál es su visión de la nueva candidatura de Michelle Bachelet?
-Mis reparos no son con su biografía ni con lo que ella es. Sí tengo una distancia abismal con las lógicas que está representando. Creo que nombrar a René Cortázar y a José De Gregorio en el comando es la evidencia del bloqueo a los cambios. Son los mismos que bloquearon una ley de televisión digital decente, un transporte metropolitano decente, y que aplicaron ortodoxia economicista. Hoy la Concertación no está en condiciones de cumplir nada de lo que promete.
-Pero usted llamó a lista única de la oposición con aquellos a los que critica, ¿cómo se explica eso?
-Eso ya quedó zanjado. Nosotros habíamos pedido primarias y la Concertación mintió sobre las primarias y terminó designando por secretaría a Escalona, que fue quien terminó boicoteándolas. No necesitamos más respuesta.
-Sus spots de campaña afirman que el concepto de Nueva Mayoría fue copiado por la Concertación a su campaña de 2009…
-Ese era el nombre de nuestro pacto. En el comando algunos la llaman «La Nueva Pillería» o «La Vieja Minoría». Yo creo que no hay para qué denostarlo. Creo que hay que enfatizar nuestro proyecto más que hablar mal de la Concertación o de la derecha.
-La Nueva Mayoría debate sobre asamblea constituyente, AFP estatal y reforma tributaria. ¿En qué se diferencia de su propio discurso?
-Ojalá que aparte de copiar el nombre de Nueva Mayoría copiaran las ideas. Sobre asamblea constituyente, Bachelet ha planteado que no está con esa propuesta. No cree en una asamblea constituyente. Y sobre la educación pública gratuita todavía no se entiende qué es lo que propone. En Chile, hay una mayoría que quiere un cambio. Yo defiendo una educación gratuita, el matrimonio igualitario, los derechos reproductivos.
-¿Cuál es su visión del actual debate sobre el cambio al binominal?
-Patricio Walker dijo cuál es la doctrina. Afirma que es mejor hacer un pequeño cambio en diputados y no en el Senado para el binominal, porque si no lo que viene es la asamblea constituyente. En esa lógica de minimalismo es que Chile es el país más desigual de Latinoamérica. Es lo que hizo el rey de Francia en tiempos de la Revolución Francesa. Trató de hacer un pequeño cambio y la ciudadanía terminó pasando por encima.
-¿Entonces usted quiere hacer una especie de revolución?
-No. Quiero un país de sentido común. Algunos nos han convencido de que es normal el sistema de isapres, el binominal, el sistema de AFP. Nosotros proponemos una sociedad que progrese.
«A mí no me molesta que haya universidades privadas»
-¿Y cuáles son sus grandes ejes para lograr ese progreso?
-La competencia es importante en la economía y en la política, pero no en la educación ni para combatir la pobreza. Debemos tener tres derechos garantizados. Educación pública gratuita, salud digna y pensiones dignas.
-Pero la candidatura de Bachelet plantea también gratuidad universal, incluso en la educación superior…
-En eso tengo una diferencia de fondo con ella. A mí no me molesta que haya universidades privadas. No me parece mal que exista la Universidad Adolfo Ibáñez, por ejemplo. Lo que sí creo es que debe haber universidades públicas, laicas y gratuitas. Yo no estoy de acuerdo en que la privadas tengan que ser gratuitas.
-Ahora, distintos candidatos dicen que aspiran a llegar al centro. ¿Usted también?
-Yo no me compro esas categorías infantilizantes. He recorrido Chile ocho veces y todavía no encuentro una persona que me diga ‘yo soy de centro centro’. También sé que muchas personas no se identifican con las categorías de izquierda o derecha. En 2009 yo traté de construir un espacio nuevo, un sentido común, un nuevo progresismo. Eso sigue vigente.
-¿Cree que la candidatura de Parisi podría afectar la suya?
-Yo valoro que existan candidaturas independientes y de recambio. Pero con algunos candidatos tengo diferencias. Yo no creo en populismos de izquierda ni de derecha. Creo en una visión donde todos construyamos un país mejor, donde vivamos todos juntos mejor. No creo que sea un problema solo de la economía.
Recuadro :
«Mis reparos no son con la biografía de Bachelet ni con lo que ella es. Sí tengo una distancia abismal con las lógicas que está representando».
«Sobre asamblea constituyente, Bachelet ha planteado que no está con esa propuesta. Y sobre la educación pública gratuita, todavía no se entiende qué es lo que propone».
«En 2009 yo traté de construir un espacio nuevo, un sentido común, un nuevo progresismo. Eso sigue vigente».
«Nosotros habíamos pedido primarias y la Concertación mintió sobre las primarias y terminó designando por secretaría a Escalona, que fue quien terminó boicoteándolas. No necesitamos más respuesta».
Fuente: El Marcurio