Pobladores y dirigentes vecinales de Padre Hurtado, Recoleta, El Bosque, Pudahuel y Cerro Navia acompañaron a Marco Enríquez-Ominami para presentar la política de vivienda del candidato presidencial del Partido Progresista, Partido Liberal, Movimiento del Socialismo Allendista y otros movimientos sociales.
Junto con referirse a otros temas de contingencia, el presidenciable dio a conocer un giro en la actual política de vivienda la que incluye procesos participativos por parte de los ciudadanos. “Una democracia debe ser participativa en todos sus niveles, y la vivienda es clave. No podemos seguir construyendo de espaldas a los ciudadanos, porque serán ellos quienes habitarán esas casas por años. Queremos ciudades armónicas, donde se privilegie la vida de barrio. Cuando hablamos de convivir mejor nos referimos a esto: a crear barrios inclusivos”, señaló el presidenciable.
El presidenciable agregó: “No hay escasez de suelo. Lo que escasea en Chile es voluntad política para abordar este tema con seriedad. En las viviendas que se construyen habitan ciudadanos y no sociedades anónimas. Proponemos una política de vivienda que se preocupe más de los chilenos que de las cuentas corrientes de los dueños de las inmobiliarias”.
“Se requiere más Estado en el tema de planificación de vivienda. Los privados pueden contribuir a resolver los temas de vivienda, por eso hemos dicho que el cambio de paradigma supone participación, voluntad política y finalmente racionalidad pública para un problema público como es la vivienda”.
Patricia Morales, coordinadora programática de la campaña, añadió: “Creemos que es necesario que haya comités de participación ciudadana a la hora de definir la política pública de vivienda y urbanismo, y que esta consulta sea absolutamente vinculante. Lo que hoy tenemos es una externalización de la política de vivienda y urbanismo, al igual que en educación y salud. No hay un control de calidad claro y el Ministerio de Vivienda debe preocuparse de generar dignidad a la vivienda, entorno y los barrios donde se construyen estas”.
Luis Aravena, representante del comité de vivienda de Padre Hurtado, acotó: “Estamos aquí para solicitar que nos den la prioridad y solución de vivienda. Somos más de 100 familias que vivimos hacinados. No queremos ser destituidos del lugar donde vivimos por más de 50 años, con nuestros padres y nuestros abuelos. Los que estamos exigiendo es que se nos dé la oportunidad de permanecer en el mismo entorno por la tranquilidad y seguridad de nuestros hijos”.
Beatriz Stäger, encargada del programa e Vivienda del comando, señaló: “No podemos seguir con la política habitacional que hemos tenido durante los últimos 40 años. Se entiende que en el año 90 teníamos un gran déficit en viviendas habitacionales. Ese déficit ha bajado, pero debemos entregar viviendas de calidad, dignas, con infraestructura y mejores centros urbanos. El gran problema hoy día es que todo está en manos de privados, por lo que tenemos viviendas en la periferia, sin infraestructura de salud o áreas verdes, transporte ni educación”.
Reacciones a primarias
Consultado sobre el actual panorama político, Enríquez-Ominami señaló: “Ahora empieza el proceso de decepción. A la gente que votó para Presidente ahora le va a llegar un cuchuflí con manjar en un sobre y le van a decir cuál es su senador. Hubo un gran proceso de primarias, pero no hubo ninguna para senador. No es un olvido o un accidente, es porque en eso la derecha y la Concertación siguen representando lógicas del pasado. A la misma hora que Bachelet habla de ciudadanía, están los presidentes de partido repartiéndose el animal. A la misma hora que Longueira habla de derecha popular está preocupado de un café en Vitacura, donde tiene la mayoría de sus votos”.
Consultado si irá en busca de los votos de Andrés Velasco, respondió: “Iremos por esos votantes y por el 80% que no votó en esta elección y quieren asamblea constituyente, reforma tributaria y educación pública. Iremos por ellos para convencerlos de que somos el futuro, somos el cambio”.