“Defiendo las demandas estudiantiles, de hecho muchas de ellas son parte importante de nuestro programa de gobierno, y defiendo también la democracia y la realización de las primarias”. Con esas palabras se refirió el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami a la polémica por las tomas de establecimientos educacionales que corresponden a locales de votación.
El presidenciable agregó: “Estas tomas son el síntoma de la enfermedad, tal como las marchas por la Alameda y en las principales ciudades del país. Difícilmente la derecha o la Concertación pueden curar la enfermedad, ya que no creen en la educación pública, gratuita y de calidad y porque participan del negocio de la educación y lucran con ella”.
“Ayer fueron las marchas, hoy son las tomas de los colegios que son recintos de votación. Es por esto que debemos ir al fondo, que es reconocer la educación como un derecho y no como un producto. Escuchar las demandas estudiantiles es también parte esencial de una democracia”, enfatizó el candidato PRO-PL-MSA y de otros movimientos independientes.
“Los alcaldes deben dialogar, pero si el diálogo no produce frutos debemos entenderlo en el marco de un conflicto que se perpetúa. Los estudiantes secundarios han sido sistemáticamente ninguneados, tanto por el Gobierno como por la Concertación. Hace tan sólo 2 años, 40 mil adolescentes preferían perder el año, antes que abandonar sus demandas. A mí me parece un mensaje muy potente y que la clase política no ha querido leer».
«La Asociación de Municipalidades ha propuesto buscar nuevos recintos de votación, es la salida lógica. Llamo al gobierno a no polarizar más la situación y a explorar la alternativa que proponen los alcaldes del país».
Respecto de las manifestaciones en el Ministerio de Educación, el candidato señaló: “Inevitablemente si el Mineduc no va hacia los estudiantes los estudiantes van a terminar yendo hacia el Mineduc. Para detener esta escalada necesitamos una voz firme que tenga un plan de acción concreto que apunte al fondo del problema. No corresponde que el gobierno espere hasta último minuto para actuar”.
Consultado sobre la participación en primarias, Enríquez-Ominami señaló: “Siempre hemos trabajado por las primarias. En 2009 pedimos primarias y la Concertación hizo primarias truchas. A comienzos de 2013, el Partido Progresista se sentó a negociar con los partidos de la Concertación para discutir primarias, pero ellos no quisieron. Dijeron que harían primarias presidenciales, pero no legislativas. El 1 de mayo, quedó en evidencia que no querían primarias y es por ello que el PRO no participó del proceso”.
“Aun así, es mejor que haya primarias a que no haya. Aunque sean limitadas, aunque los debates hayan mostrado que la Concertación tiene primarias para definir el segundo lugar y que la Alianza tiene primarias para ver cuál de los dos candidatos va a seguir haciendo menos de lo mismo que ha hecho Piñera”, concluyó.