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“Espero que el discurso del 21 de mayo sea de prudencia, asumiendo que ya se acaba un mandato y que comience a prepararse este Nuevo Chile con un nuevo Presidente”

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Un enfático llamado a transparentar las cifras de delincuencia y victimización fue el que realizó hoy en la Plaza de la Ciudadanía el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami.

 

Acompañado por la Coordinadora Programática de su candidatura, Patricia Morales, el presidenciable del Partido Progresista señaló: “Los chilenos ya no solamente tienen miedo a que lo asalten, sino que ahora hay miedo a las cifras. Ahora incluso las cifras están en tela de juicio. Estamos en el peor de los mundos, porque una cosa es el miedo a que te asalten y ahora el miedo a que las cifras sean reales. No sabemos si estamos bien o mal”.

Morales agregó: “A días de la cuenta pública del 21 de mayo, hemos venido hasta el palacio presidencial a pedirle al presidente Sebastián Piñera a que realice un balance serio sobre lo que ha sido la política de delincuencia. Lo que vemos hoy en día es una gran diferencia entre los índices de victimización que presenta la fundación Paz Ciudadana y la Encuesta Nacional de Seguridad Ciudadana”.

“Existen más de 10 puntos de diferencia. Paz Ciudadana nos dice que aproximadamente 38% de los hogares ha sido víctima de algún delito, versus la Encuesta Nacional de Seguridad Ciudadana, que nos dice que el 26% de los hogares ha sido víctima de un delito. Por otra parte, el 70% de los hogares chilenos considera que la situación en delincuencia ha empeorado. Ningún gobierno puede considerar que su política de seguridad pública ha sido un éxito, si 7 de cada 10 hogar considera que no lo ha sido”, agregó Morales.

“Existen denuncias –algunas formales, otras más informales– sobre que efectivamente habría cambios de metodología en la Encuesta Nacional de Seguridad Ciudadana. Lamentablemente, el Ministerio del Interior no ha revelado ni transparentado estos cambios», añadió.

Respecto del combate a las drogas, Enríquez-Ominami señaló: “Tan enfermo como un drogadicto es un Gobierno que trata a los consumidores como delincuentes. Se cuentan por decenas de miles los arrestados y este Gobierno ha endurecido la mano en materia de combate a los consumidores. Pero fue el anterior, el Gobierno de Michelle Bachelet, el que catalogó la marihuana como droga dura y la transformó en lo mismo que la cocaína. Convirtió a los consumidores de marihuana en delincuentes que son tratados con la misma dureza que un gran narcotraficante”.

“A mí no me gustan la drogas, pero en materias de delincuencia, seguridad y drogas se requieren políticas específicas, políticas templadas. Hacemos un llamado a este Gobierno a que, en los pocos meses que quedan, corrija la política de seguridad pública. No hay nada más grave que las desconfianzas hacia el vecino, pero tan grave como eso es desconfiar de las cifra. Si ya no sabes cuántos millones de chilenos somos, ya no sabemos si estamos mejor o peor, es muy difícil aplicar políticas públicas”, agregó el candidato a la Presidencia.

Consultado sobre lo que espera del discurso presidencial del 21 de mayo, Enríquez-Ominami señaló: “Chile requiere un cambio. Este Gobierno se farreó su oportunidad y la Concertación ya tuvo la suya. Espero que el discurso del 21 de mayo sea de prudencia, asumiendo que ya se acaba un mandato, que comience a prepararse este Nuevo Chile con un nuevo Presidente”.

Respecto de la posibilidad de que los chilenos en el extranjero tengan derecho a voto, el presidenciable señaló: “Gran parte de la Concertación y la derecha no han querido avanzar en esta materia. Un chileno que vive fuera de Chile, es tan chileno como todos nosotros. Muchos viven afuera por razones de exilio político y no volvieron nunca, eso lo conozco en carne propia. Otros se quedaron por razones económicas. Yo no veo por qué un chileno que vive fuera del país no pueda ejercer un derecho que es inmanente”. ¿Falta de voluntad o temor? “Temor. Se calcula que si votaran 800 mil chilenos fuera de Chile se haría impredecible el padrón. Evidentemente hay pánico a que los chilenos en los consulados se vuelquen no solamente a buscar pasaporte o hacer trámites, sino que también a expresar sus derechos”.

Finalmente, y consultado sobre la situación del PS tras la bajada de Camilo Escalona, el presidenciable concluyó: “En 2009, en la campaña presidencial, nos dijeron que si no salía electo Eduardo Frei o Piñera sería un caos, que eran ellos o el caos. Pero resulta que ahora el caos son ellos. Sepan los chilenos que votar por Bachelet es votar por Escalona, y votar por Allamand o Longueira es votar por Carlos Larraín, lo ultra conservador. La decisión de Escalona nos hizo perder tiempo. Su decisión no disminuye la pobreza ni saca a los niños de los campamentos. No me parece que todo el aparato y discusión pública se vuelque hacia su problema personal y no a las miles de familias, que aún, a esta ahora, pasan un frío inaceptable”.