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“Los trabajadores no son un factor productivo, sino los grandes socios y protagonistas del desarrollo”

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Acompañado por dirigentes de los rubros gastronómicos y hoteleros, un grupo de adherentes y el coordinador del Área Laboral de su campaña, Raúl Requena, el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami cuestionó hoy una serie de puntos de la Ley de Turismo que se encuentra en el Parlamento.

 

El proyecto –que podría afectar la calidad del empleo de más de 300 mil trabajadores de estos rubros– podría terminar también con alrededor de 100 mil puestos de trabajo en el área de hotelería, gastronomía y turismo.

“Compartimos el interés de este Gobierno que exista más turismo, y que esta área tenga una mayor participación en el desarrollo nacional, pero las cosas no se pueden hacer a costa de los trabajadores. Compartimos lo que estos dirigentes sindicales piden, que es una ley que fomente el turismo, pero que ponga como prioridad a los trabajadores. Lo que hace esta ley es exponerlos a más precariedad bajo el manto de la flexibilidad”, señaló el candidato presidencial.

Raúl Requena complementó: “Nos preocupa profundamente que un proyecto de adaptabilidad laboral para un sector en el que hay más de 300 mil trabajadores involucrados se haga con el telón de fondo economicista. Lo que se pretende es cumplir una meta. Así lo señaló en su momento el Ministro de Economía que impulsó este proyecto de ley en enero recién pasado. Me refiero al hoy precandidato Longueira”.

“En función de una medida netamente economicista se pasa por encima de derechos establecidos. Este sector se caracteriza por tener bajos salarios, con condiciones laborales bastantes deterioradas. Además es un rubro en el que hay muchos migrantes que permanentemente sufren violación de sus derechos laborales”, agregó Requena.
Enríquez-Ominami señaló: “Esto tiene que ver con la vieja agenda de tratar de flexibilizar lo laboral, supuestamente para favorecer a los trabajadores. En esta ley se expresa algo que es muy inquietante para otros sectores ya que podría extenderse al retail”.

Entre los puntos más discutibles del proyecto de ley se encuentra la ley de turno cortado, que permitiría dividir jornadas de trabajo con intervalos de más de 4 horas; el hecho de que las propinas pagadas con cheque, débito o crédito se paguen hasta 30 ó 60 días después con un descuento del 6% y el reordenamiento de los domingos libres a discreción del empleador.

“Una visión somera de la ley arroja que se podrían perder hasta 100 mil puestos de trabajo a nivel nacional. Hay zonas como Punta Arenas, donde se podrían perder 2 mil puestos de trabajo. La Confederación General de Trabajadores y los sindicatos gastronómicos han hecho sondeos y esas son cifras con las que coincidimos”, agregó Requena.

Marcela Aguilera, dirigente del sindicato Area S.A. Chile que representa a la cadena Gatsby y otros restoranes desde Calama a Puerto Montt, sostuvo: “La preocupación es grande ya que nos van a aplicar un sistema de turno cortado, que nos desfavorece enormemente. Puede haber un intervalo de hasta 5 horas. El trabajador no puede permanecer en el lugar de trabajo, lo que implica, entre otras cosas, doble locomoción”.

Enríquez-Ominami enfatizó: “Hacemos un llamado al Gobierno y a Pablo Longueira –que fue el Ministro de Economía que impulsó esta ley– a no equivocarse. El desarrollo productivo tiene que hacerse siempre en consideración que los trabajadores no son un factor productivo, son los grandes socios del desarrollo, los grandes protagonistas del desarrollo. Esta idea de que los trabajadores sean un mero factor productivo es un tremendo error y Longueira como Ministro de Economía y hoy como precandidato, promueve una visión del mercado laboral muy preocupante”.

Consultado sobre temas en contingencia, y en particular sobre los últimos acontecimientos en la Concertación, Enríquez-Ominami señaló: “Hemos visto con preocupación cómo hace meses la Concertación nos decía que si no eran electos había caos. Hoy ellos son el caos. La Concertación y la Alianza siempre han querido decir que si no son ellos los que gobiernan el país se va a desmadrar. Ahora ya mutamos, ellos son el caos”.

Tras la actividad, el presidenciable se dirigió a Malloco, lugar en el que sostuvo un diálogo con jóvenes y encargados de una Casa de Acogida para niños violentados.