El candidato presidencial, Marco Enríquez-Ominami, declaró que: “La educación está en crisis, no basta con pequeñas reformas, es hora de que el Estado se haga cargo”, haciendo referencia al cierre de 38 colegios que fueron sancionados – por la Superintendencia de Educación Escolar- dejando a casi 6000 alumnos sin establecimientos académicos, los cuales tendrán que ser reubicados.
Cabe destacar que las razones de estas clausuras se deben a que las instituciones que fueron fiscalizadas habían cometidos faltas reiteradas como: adulterar las listas de asistencia, no pagar las cotizaciones a sus funcionarios y no contar con el número de docentes necesarios para impartir clases.
El presidenciable, que el pasado jueves se reunió con funcionarios y profesores de la Corporación de Educación Municipal de San Fernando que se encuentran en paro por el no pago de sueldos, opinó que: “Es escandaloso que estén pasando este tipo de hechos y es inaceptable que el Gobierno insista en no hacerse cargo de esta crisis que afecta a todos los chilenos y chilenas. Chile cambió ya no acepta calmantes, exige soluciones urgentes y reales”.
El progresista manifestó que: “La educación es un derecho, no un negocio. Ni la Concertación, ni la Alianza se hicieron cargo de esta crisis, sólo ofrecieron mínimas reformas. Ahora la ciudadanía cambió y no permitirá que siga habiendo conflictos de intereses entre funcionarios de gobierno y privados. Ese es el Chile Nuevo que la elite política se niega a escuchar”.
Enríquez-Ominami señaló que: “Chile debe invertir en educación, puesto que es la clave para el desarrollo futuro y para la construcción de un país justo e igualitario. Por eso tenemos la convicción de que uno de los ejes fundamentales para un programa de gobierno 2014-2018 debe ser la educación pública, gratuita y de calidad”.