El candidato presidencial, Marco Enríquez-Ominami, junto con enviar un alentador saludo a los estudiantes que hoy rinden la Prueba de Selección Universitaria y definen su futuro profesional, fue enfático en su crítica hacia el sistema de acceso a la educación superior, puesto que según el progresista: “La PSU sólo deja en evidencia la gran brecha socioeconómica existente en Chile y la pésima calidad de la educación municipalizada”.
Este sistema condena a los jóvenes por la cuna de la cual provienen y eso es inaceptable; habla de un país injusto, segregado y limítrofe. Además estandariza los conocimientos, niega oportunidades de surgimiento a los sectores más vulnerables y aumenta la desigualdad en el territorio”, sostuvo el presidenciable.
Enríquez –Ominami señaló que es urgente cambiar las reglas, “no es posible que todavía se siga aplicando este colador para el acceso a la educación superior, sin que las autoridades gubernamentales planteen nuevas alternativas. Llevamos casi 10 años haciéndonos los ciegos. Nosotros estamos conscientes de que la educación es el motor de la movilidad social, pero parece que el Gobierno aún no tiene esa convicción”.
“Nosotros los progresistas proponemos un acceso a la universidad equitativo, con un sistema de bachillerato complementario a la formación escolar; donde los alumnos y alumnas de los sectores más vulnerables puedan nivelarse en relación a los conocimientos académicos de sus pares pertenecientes a otros quintiles, durante los 2 últimos años de escolaridad. En el caso de los establecimientos que imparten jornada completa, la tarde sería utilizada con ese objetivo”, explicó el candidato presidencial.
Otra de las propuestas progresistas frente a la temática del acceso a la educación superior es que las Notas de Enseñanza Media (NEM) tengan una ponderación de mínimo el 40%, y éstas junto con los resultados del bachillerato complementario, aseguren al menos el 5% de las matrículas de cada institución académica.