El candidato presidencial, Marco Enríquez –Ominami, en un evento masivo realizado en su comando -que contó con la participación del psicólogo y editor de la revista Cáñamo, Claudio Venegas- lanzó sus primeros lineamientos sobre lo que será su política programática en materia de drogas, la que planea seguir desarrollando con ideas de los propios ciudadanos a través del grupo Copihue.
El progresista señaló que: “Es urgente cambiar la actual política de drogas porque es un fracaso; no ataca el problema del consumo, ni el del narcotráfico, sino que los intensifica. Necesitamos una nueva mirada sobre este tema, se requiere una política integrada que no se focalice en la criminalización del consumidor”.
Enríquez –Ominami apuntó que: “Ni la Concertación, ni la Alianza han sido capaces -durante más de 20 años- de proponer medidas eficientes en esta materia. La Ley 20.000 es una farsa porque fomenta el delito del narcotráfico al criminalizar a los consumidores y no lo ataca directamente. Con preocupación vemos que las cárceles se llena de jóvenes consumidores, mientras los narcotraficantes andan libres por las calles”.
El candidato presidencial indicó que se requiere de valentía para enfrentar este tema con una nueva mirada, como ya lo están haciendo muchos países: “Hay muchos ex presidentes que reconocen el fracaso en las políticas prohibicionistas en materia de drogas y, es un avance, pero lo que se requiere ahora; es que siendo presidente, se tenga la convicción y coraje para instalar una nueva mirada que aborde el problema de la drogas desde una perspectiva diferente. Celebro que varios presidentes actuales tengan el coraje de instalar este nuevo debate. Mi compromiso desde La Moneda, será seguir esa senda”.
En el masivo evento, Patricia Morales, presidenta del Movimiento Progresista presentó el libro “Una Nueva Política de Drogas: Seguridad Ciudadana, Derechos Civiles y Salud Pública”, el cual es un diagnóstico -realizado por el equipo de la Fundación Progresa liderada por Marco Enríquez-Ominami- de la realidad de esta temática en nuestro país.
“Chile necesita una política pública en drogas que busque generar un control de daños y para eso se requiere modificar o derogar la Ley Nº 20.000. También se debe derogar el decreto 405 del Ministerio de Salud. No es posible que se usen los mismos estándares para condenar el tráfico y consumo de marihuana y de cocaína”, expresó la timonel del PRO.
La presidenta de los progresistas también explicó, referente al tópico de la marihuana, que: “Una de nuestras propuestas es que el Estado sea el productor y distribuidor de la cannabis ya sea para el uso personal y medicinal. Es el Estado el que debe hacerse cargo de regular y fiscalizar el consumo de la marihuana para que de esta manera disminuya el microtráfico y el narcotráfico. También es necesario que el Senda pase del Ministerio del Interior al Ministerio de Salud”.