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Columna | Los Gremlins latinos de Trump – por Marco Enríquez-Ominami

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“Trump es abiertamente proteccionista e industrializador. Sus propuestas, si se quiere, se parecen más hacia adentro al New Deal del presidente Roosevelt o a las políticas del General Perón, que al ultraliberalismo de los años ochenta, ese que hoy impulsan con nuevos bríos y nombres algunos presidentes y políticos como Milei, en Argentina, o Kaiser y Kast, en Chile. Trump quiere expandir la libertad, pero solo la estadounidense, en toda la región y el globo, con el propósito de restringir la soberanía de nuestros países. Las declaraciones recientes del mandatario sobre “reconquistar” el territorio panameño del Canal resultan elocuentes, y a la denominada “fórmula Ka-Ka” (Kast-Kaiser) esto le parece muy bien”.

En Chile y Latinoamérica existe una importante legión de admiradores del presidente Trump que, cuando van a visitarlo, apoyan y celebran sus políticas proteccionistas: sus restricciones a la libertad de comercio contra China, Rusia, Cuba o Europa. Aplauden también que haya puesto a demócratas como Robert Kennedy a regular el negocio de las farmacéuticas, a controlar la CIA o la industria militar. Sin embargo, esos mismos fanáticos latinoamericanos del MAGA (Make America Great Again, el lema de Trump) parecen comer después de medianoche en el avión, porque aterrizan convertidos en Gremlins del Estado, empeñados acá en hacer todo lo contrario: dinamitar los Estados nacionales y, con ello, su soberanía, su capacidad de protegerse y de cuidar a su gente. Allá son dulces y sonrientes peluches. Acá quieren sembrar caos y división para que a otros les resulte más fácil dominarnos. No nos dejemos engañar.

Trump es abiertamente proteccionista e industrializador. Sus propuestas, si se quiere, se parecen más hacia adentro al New Deal del presidente Roosevelt o a las políticas del General Perón, que al ultraliberalismo de los años ochenta, ese que hoy impulsan con nuevos bríos y nombres algunos presidentes y políticos como Milei, en Argentina, o Kaiser y Kast, en Chile. Trump quiere expandir la libertad, pero solo la estadounidense, en toda la región y el globo, con el propósito de restringir la soberanía de nuestros países. Las declaraciones recientes del mandatario sobre “reconquistar” el territorio panameño del Canal resultan elocuentes, y a la denominada “fórmula Ka-Ka” (Kast-Kaiser) esto le parece muy bien.

Esa transformación, no obstante, no es contradictoria. Que aparenten lo contrario es otra cosa, porque eso forma parte de su plan comunicacional. Esa metamorfosis de Mogwai  a Gremlin, es coherente con lo que en el fondo representan, porque no son soberanistas: son vasallos. Durante la independencia de Chile también hubo furibundos realistas entre los criollos, de la misma manera que hoy los más reaccionarios centralistas pueden hallarse en las élites provinciales y regionales.

Por eso hay que estar atentos a los planes de personajes como Elon Musk, que promueven el caos puertas afuera para que en nuestros países la industrialización parezca una utopía y, así, terminemos vendiéndoles a precio de huevo nuestros recursos naturales. De qué otro modo si no ese, acabaríamos comprándoles carísimo todo lo que nos quieran vender. Esta película es tan vieja como el hilo negro, pero esta última versión, creo, no se había estrenado.

“Chile First” tiene que ser la cosa. A todos nos gusta volver a ver las mismas películas para navidad, pero esta, la de la subordinación económica y política de Latinoamérica a los intereses de turno, operada a través de personajes que allá se hacen los blandos y acá los duros, los patriotas, ya se ralló. Estos gremlins, que posan de libertadores, quieren ser capitanes para que nadie toque el ancla de la Historia. Para que Chile no se mueva hacia el bienestar de su gente.

Fuente: Interferencia.