Cristian Jamett,
Director Regional Fundación Progresa
Tarapacá-Chile
Para la Fundación Progresa constituye una sorpresa que en la pagina web de la organización del Dakar perteneciente a la empresa Amaury Sport Organisation (ASO) confirmará al norte de chile nuevamente como parte de la ruta 2015 cuando todavía no están publicados los informes oficiales del Consejo de Monumentos Nacionales sobre posible daño arqueológico de su versión 2014, pues desde enero del presente que la fundación viene haciendo un llamando de atención sobre la necesidad de que el Dakar sea realizado con respeto y preservación de patrimonio arqueológico, el cuidado del medio ambiente y conforme a los derechos de las comunidades indígenas afectadas (1).
Al respecto, en el informe general elaborado por la ONG Pueblos Originarios Unidos (POU) sobre el daño patrimonial del Dakar entre Chile 2009-2012, es posible constatar la vulnerabilidad de nuestro patrimonio como se expone en el siguiente cuadro:
A partir de estos antecedentes, como Fundación Progresa solicitamos que los tribunales se pronuncien respecto al recurso de protección acogido por parte de la Corte de Apelaciones de Santiago y presentado en enero 2014 por parte del Colegio de Arqueólogos, junto a dirigentes de los pueblos atacameño, aymará y likanantay, la Fundación Patrimonio Nuestro y la ONG Acción Ecológica con el que se busca que la realización de la prueba sea consultada con los pueblos indígenas afectados y se someta al Sistema de Evaluación Ambiental (SEA).
Este recurso fue dirigido en contra del Ministro del Deporte, para que salvaguarde los sitios patrimoniales afectados por el recorrido de la competencia, según informe del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). Asimismo, los demandantes solicitan que el Rally sea sometido al Sistema de Evaluación Ambiental y que se realice la consulta previa a los pueblos originarios afectados por el recorrido.
En palabras del abogado Iquiqueño y dirigente Aymará de la ONG Pueblos Originarios Unidos (POU), “Los indígenas tenemos derechos sobre el patrimonio, reconocidos expresamente en el Convenio 169 de la OIT y en la Ley Indígena. Ya hemos detenido megaproyectos mineros, como Pascua Lama, invocando tales normas. Hoy creemos que estamos en posición de detener el Dakar o restringirlo de tal manera que sea imposible que nuestros lugares históricos y sagrados vuelvan a ser destruidos (…) Entre otros defectos del Dakar está el hecho de que la ruta no tiene una demarcación adecuada: No se revisa si hay patrimonio o no… y la carrera supone que muchos de los corredores se pueden perder… ellos tienen como guía un posicionador satelital GPS, lo cual es insuficiente… muchas veces se pierden y terminan destruyendo patrimonio (…) Los indígenas no vemos cuál es el negocio para Chile de hacer el Dakar… Éste más bien es un negocio internacional de productoras europeas, extranjeras, que en definitiva son las que lucran con esto, y Chile y los pueblos indígenas nos llevamos todos los costos”(2).
Por último, como Fundación Progresa no descartamos colaborar en denunciar ante organismos de Derechos Humanos del Parlamento Europeo a la empresa organizadora del Dakar, Amaury Sport Organisation (ASO), por vulnerar una serie de derechos en nuestro país. Pues, como señala en una carta publicada el viernes 3 en el diario El Mercurio por Mauricio Uribe, presidente de la Sociedad Chilena de Arqueología: “A pesar del paso del tiempo, las particulares condiciones del desierto de Atacama en el norte de Chile han permitido la conservación de insospechadas y significativas evidencias de las ocupaciones que allí se desarrollaron por más de 10 mil años y que han aportado al conocimiento de la presencia humana en América. Entre ellas las rutas, senderos y caminos que desde tiempos prehispánicos dejaron los movimientos de hombres y mujeres que por siglos conectaron los poblados y recursos de este particular territorio”(3).