David Espinoza
Llama profundamente la atención, escuchar y leer a través de los medios de comunicación a algunos parlamentarios y líderes conservadores, con un lenguaje totalizante, adscribir al poder legislativo la potestad de decisión sobre el mecanismo de cambio constitucional, intentando desacreditar una posible Asamblea Constituyente, estableciendo un manto sobre la crisis del sistema político, siendo que en esencia, es el “pueblo ciudadano soberano” el que a través de un plebiscito vinculante debe elegir el mecanismo de cambio constitucional.
Para comprender lo anterior, consideramos analizar brevemente el concepto de “poder constituyente” en donde Francisco Soto Barrientos (1) analiza y describe los orígenes de las Asambleas Constituyentes profundizando en autores clásicos ingleses y de la revolución francesa, exponiendo lo siguiente : “Sieyes era un entusiasta partidario de la existencia de representantes que ejerzan la funciones de constituyentes, a los que califica como “extraordinarios” y los diferencia de los “ordinarios” que cumplen funciones propias del poder constituido, con esto establece un principio que inspiró al constitucionalismo francés: los creadores de la constitución no pueden ser a la vez creados por ella. Según el autor, la idea misma de constitución supone que existan representantes que asuman un rango superior al legislador. Lo más que se puede exigir a los legisladores es poner en acción la voluntad constituyente”.
Tal análisis, sostiene que el tronco fundamental de una Asamblea Constituyente es el “poder constituyente”, ejercido por el pueblo ciudadano, que está por sobre el poder constituido. Dicho eso, y aterrizando el tema, sumamos un acontecimiento reciente: la llamada “bancada AC “ conformada por 32 diputados, este 21 de Abril presentó a trámite legislativo un proyecto de ley que modifica los artículos 15 y 32 de la constitución, que permite a la presidenta convocar a un plebiscito para definir el mecanismo de cambio constitucional, en donde, Según la “bancada AC” son más de 60 (de un total de 120) los diputados que apoyan el proyecto y esperan que la presidenta se manifieste este 21 de Mayo, sumado esto al emplazamiento que realiza en estos días a la presidenta Marco que expresó lo siguiente: “Esperamos que la presidenta ejerza su liderazgo, y anuncie este 21 de Mayo el envío de un proyecto de ley para convocar a plebiscito, mediante el cual sea la ciudadanía la que democráticamente decida el mecanismo para hacer una nueva constitución”.
En esta línea, se configura un nuevo escenario político, en el cual, vemos en primer lugar, a aquellos sectores conservadores que ven en la Asamblea Constituyente, una amenaza a sus intereses particulares, y que efectivamente, harán lo posible por desvirtuarla, intentando su deslegitimación a través de la opinión pública, presentando los clásicos argumentos de “inestabilidad política”, “ingobernabilidad” y “caos”, en donde al final del día, lo que provocan es profundizar la crisis. En segundo lugar, como hemos visto estos días, apuntan sus dardos a los liderazgos políticos, sociales y sindicales que vemos en la Asamblea Constituyente una oportunidad de establecer una nueva carta fundamental profundamente democrática y con legitimidad social.
Sin embargo, en este nuevo escenario, también vemos que existe una gran mayoría de chilenas y chilenos que participamos en organizaciones, partidos políticos, sindicatos, movimientos sociales y políticos, empoderados y seguros de que la opción de la Asamblea Constituyente es la correcta (por lo argumentado anteriormente), por ende, la propuesta es seguir trabajando y redoblar esfuerzos, enfocados estratégicamente en generar el piso político en el legislativo y con la presidenta, para llegar al plebiscito vinculante de elección del método de cambio constitucional y, en forma paralela, continuar trabajando el componente participativo y educativo con la ciudadanía para que cuando sea el momento, soberanamente haga uso de su “poder constituyente”, a través de la elaboración, deliberación y el voto.
(1) Abogado y académico Universidad de Chile, doctor en derecho, Universidad de Barcelona. Texto: Estudios Constitucionales, año 12, 2014; “Asamblea Constituyente, la experiencia latinoamericana y el actual debate en Chile”