Este 21 de mayo la Presidenta leyó su cuenta pública enfatizando las acciones realizadas en 2014, antes que enfrentar las disyuntivas políticas centrales que se han exacerbado en estos primeros 14 meses de gobierno.
El énfasis en las reformas que marcan el período quedó en suspenso, lo que no dejó contentos a quienes hubiesen preferido escuchar una definición más clara acerca del “proceso constitucional”; los alcances de las reformas que faltan en educación; la reforma laboral y los contenidos de las reformas a las AFP´s y a las Isapres que se prometió serían presentados este año. Como dijese el rector de la UDP: “En vez de la alameda de las grandes transformaciones que inflamaban el entusiasmo de algunos sectores gubernamentales y reverdecían los sueños que se habían enterrado, la Presidenta prefirió volver a la modesta, pero segura, senda de las prestaciones que en vez de entusiasmos históricos producen gratificación inmediata en la ciudadanía”.
Aun así, este texto -dedicado al área de salud- examina algunos déficits y valiosos anuncios . Delincuencia y salud, como lo indican todas las encuestas, son los problemas más prioritarios para la población. No obstante, las propuestas en este campo son modestas -el sector salud ocupa menos de una página de las 34 que leyó la presidenta- y no se están cumpliendo algunos hitos fundamentales.
El programa de la Nueva Mayoría propuso la construcción de 20 hospitales; la puesta en marcha de otros 20; y la licitación de al menos los 20 restantes. Otro hito era el fortalecimiento de la atención primaria “con la incorporación de 1.000 nuevos médicos en este nivel”.
Ese programa plantea que “se destinarán $4.000 millones de dólares en inversión pública en el período, lo que significa más que duplicar la inversión efectiva de los últimos 4 años”. La Presidenta, en cambio, indicó: “hemos tenido que ir realizando rectificaciones en la medida que avanzamos en los diferentes proyectos comprometidos. Pero quiero ser clara, ningún proyecto se quedará sin ejecutar, lo que sí puede ocurrir, es que pueden sufrir retrasos respecto de su proyección inicial”. La falta se debe a retrasos, malos contratos, proyecciones erradas, “debilidades en la gestión estatal”, entre otros. Sería bueno conocer cómo evitar que estos problemas se reproduzcan en el futuro. La Ministra Castillo reconoció que la propuesta de los 60 hospitales no es viable.
Por otra parte, el Ministerio de Salud implementó una política hace tiempo demandada por la población: El Fondo de Farmacia, que funciona en 343 comunas, asegurando la entrega de los medicamentos necesarios para el tratamiento de hipertensión, diabetes, colesterol y triglicéridos altos. Asimismo, es valiosa la ley conocida como “Ricarte Soto”, que financia medicamentos de alto costo.
La oferta inicial de los 60 hospitales sigue siendo poco clara y persiste el déficit en los especialistas en atención primaria. La salud debe ser prioritaria en las políticas públicas, pero las autoridades de salud no han convencido a las autoridades políticas de su importancia.
Un hito importante es la propuesta legislativa que la presidencia debe enviar al Congreso con respecto a las Isapres, porque allí se podrá visualizar el concepto de salud que prima en el gobierno. Las alternativas son si ésta se entenderá como un derecho como lo estimamos en el progresismo o se entregarán las decisiones al mercado con el evidente perjuicio para quienes no disponen de los recursos suficientes para una atención de salud digna y suficiente.