Viernes 17 de junio, 2016. Se confirmó que el gobierno descartó una reforma constitucional para reponer la titularidad sindical tras el fallo del Tribunal Constitucional y, de este modo, decidió tramitar un veto a la reforma laboral.
Al respecto, el líder Progresista, Marco Enríquez-Ominami, dijo que este escenario “lo advertimos cuando la derecha, como se ha caracterizado, fue a bloquear ante el Tribunal Constitucional un aspecto clave que abordaba la dignidad de los trabajadores. Ahí mismo se debió ejercer el veto presidencial. Sin la titularidad sindical, la reforma laboral terminaba por perder el rumbo”, dijo.
Por su parte, la presidenta del Partido Progresista, Patricia Morales, indicó que “hace meses denunciamos a la derecha que bloquea, pues ahora se deben hacer cargo por haber obstaculizado un avance para los trabajadores. Hoy existe una posibilidad para este gobierno que no debe ser desperdiciada, para reiniciar este camino legislativo a la par con los sindicatos”, señaló.
Para finalizar, Enríquez-Ominami propuso que “el proyecto de ley completo debe ser vetado. Hacer y discutir una ley nueva que sirva, realmente, para fortalecer los sindicatos, la negociación colectiva por ramas, el derecho real a huelga, por nombrar algunos. Son puntos básicos para que exista una reforma que favorezca a los trabajadores y que implique una modernización en las relaciones laborales de verdad, creando empleos”, sentenció.