Su absoluto rechazo a la llamada ley anti encapuchados y un llamado al diálogo y a la prevención de hechos de violencia hizo el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami.
Acompañado por la encargada programática de su campaña, Patricia Morales, el candidato del Partido Progresista, Partido Liberal, Movimiento del Socialismo Allendista y otros movimientos independientes criticó el violento ingreso de Carabineros a la Casa Central de la Universidad de Chile. En la ocasión, el presidenciable se refirió también a otros hechos de contingencia.
“Queremos pedirle al Ministro del Interior que deje el estanque de parafina en la casa, que no vaya al Congreso a echarle más bencina al problema. Dejemos la parafina para las Toyotomi. La idea de que la violencia se combate con leyes penales ha fracasado en el mundo entero. No está demostrado que más fuerza es más paz. Llamamos al ministro Chadwick a que retire la ley anti encapuchados, porque esto nada va a resolver. Sólo le permitirá al Ministro del Interior creer que va a ganar votos y eso no será así. Hace rato que en Chile más represión, más Fiscalía y más presos no nos han dado más paz”, señaló el presidenciable.
Enríquez-Ominami agregó: “Proponemos una mesa de trabajo entre estudiantes, Gobierno, policías, fuerzas sociales y parlamentarios para establecer un protocolo de acción. Sigo creyendo que nuestras policías son muy importantes, muy valiosas, pero deben profesionalizarse”.
“La presidenta Dilma Rousseff en Brasil está dando señas de un camino distinto, al reunirse con cada uno de los protagonistas, con sus alcaldes y gobernadores. Esa es la actitud correcta de un gobierno frente a las demandas del pueblo. Cuando, en cambio, uno señala que las manifestaciones se van a prohibir y se está todo el día provocando desde La Moneda, no le pidamos a la gente que se quede serenamente aceptando este lenguaje. Yo –y lo digo con toda sus letras– soy hijo de un hombre que creyó en la lucha armada, conozco ese tema, mi padre murió en un enfrentamiento, valoro que en dictadura los pueblos se defiendan, pero en democracia no respaldo la violencia”, agregó.
“La política es básicamente eso, evitar la fuerza. Cuando eres Presidente tu tarea no es usar la fuerza; es hacer lo imposible para que ese sea último recurso. Queremos más prevención y diálogo. Lo queremos en las marchas, en las tomas, en los estadios de fútbol. Queremos que el diálogo sea la tónica y no la excepción. Lo sucedido en la Casa Central de la Universidad de Chile es algo que ojalá no volvamos a ver nunca más. Hay símbolos, instituciones y edificios que no merecen ese trato, ese nivel de agresividad”, enfatizó Enríquez-Ominami.
Sobre el mismo punto, Patricia Morales agregó: “Hemos visto un incremento en las acciones de control de las policías y los abusos a los movimientos sociales y vemos que el 70% de la población sigue considerando que la delincuencia ha empeorado. Las tasas de delincuencia no son optimistas ni positivas, y sólo manifiestan que la política pública desarrollada por el gobierno no es exitosa”.
Consultado sobre la franja televisiva de las primarias, Enríquez-Ominami señaló: “La ley de bosque nativo se demoró 16 años. Yo fui diputado y escuché muchas veces a los senadores y diputados decir que estaban estresados. Pero para autorregalarse minutos en televisión lo hicieron en 3 horas con zapatillas de clavo. La franja nos interpela a todos, porque es bueno que la democracia tenga herramientas televisivas, pero lo que es inaceptable es que los parlamentarios se donen a sí mismo. Esto es televisión para un sector del país, y no es justo ni correcto”.
Respecto de los colegios en toma respondió: “Chile cambió, los estudiantes quieren participar de todas las decisiones. Esto es el fracaso de este gobierno, y no de la democracia. Por eso comparto las declaraciones de la Alcaldesa de Providencia. Primero el diálogo, anticiparse. En un video vemos a una joven tirando una molotov y a un carabinero con escudo y casco. Esa es la imagen que construye este Gobierno todos los días. Llevamos años de estas imágenes. Dónde está la política, para qué está La Moneda, para evitar esa imagen”.
Finalmente, respecto del posible cambio de nombre de la Avenida 11 de Septiembre a Nueva Providencia, concluyó: “Estamos de acuerdo. Queremos que se cambie el nombre de la calle. Me impactó que Longueira y Allamand defendieran el nombre 11 de Septiembre. Les creo poco, pero esto me pareció una pena. Suponía que esta derecha no seguía encadenada al pasado y en 2013 seguir defendiendo que una avenida principal de la capital de Chile se llame 11 de Septiembre, no solamente es insensato, es una crueldad. Quiero una Nueva Providencia, un Nuevo Chile y un Nuevo Presidente”.
Tras la actividad, el presidenciable se dirigió a la Marcha del Orgullo, donde se subió al escenario, planteó su postura sobre el matrimonio igualitario y homoparentalidad y camino junto a su familia hasta el Paseo Bulnes.