Valparaíso, 12 de diciembre de 2012. El candidato presidencial, Marco Enríquez –Ominami, durante el lanzamiento del libro “Una Nueva Política de Drogas para Chile: Seguridad Ciudadana, Derechos Civiles y Salud Pública” -realizado esta mañana en el Centro Cultural de Valparaíso- planteó sus primeros lineamientos sobre lo que será su política programática en materia de drogas; la que planea seguir desarrollando con ideas de los propios ciudadanos a través del proyecto “Por un Nuevo Chile”.
La publicación fue desarrollada por el equipo de la Fundación Progresa y consiste en un diagnóstico sobre las políticas públicas en drogas y un análisis sobre la Ley 20.000.
Enríquez-Ominami, quien lidera la institución, señaló que: “Es urgente cambiar la actual política de drogas porque es un fracaso; no ataca el narcotráfico sino que sólo criminaliza los consumidores. Necesitamos una nueva mirada sobre este tema, se requiere una política integrada que no se focalice en la criminalización del consumidor”.
Al evento también asistió como expositor el abogado y cientista político, Cristóbal Bellolio, quien comentó que: “Me parece un aporte el libro. Es necesario que los candidatos presidenciales se involucren en estos temas que revelan la concepción de lo que uno quiere para Chile en el ámbito de las libertades individuales, derechos civiles, salud pública y seguridad ciudadana”.
Por otro lado, Enríquez –Ominami enfatizó que: “Ni la Concertación, ni la Alianza han sido capaces -durante más de 20 años- de proponer medidas eficientes en esta materia. La Ley 20.000 es una farsa porque fomenta el delito del narcotráfico al criminalizar a los consumidores y no lo ataca directamente. Con preocupación vemos que las cárceles se llena de jóvenes consumidores, mientras los narcotraficantes andan libres por las calles”.
Al análisis del libro también contribuyó Adela Bork, Académica de la Universidad Católica de Valparaíso, quien declaró que: “Me parece interesante que el libro trate la complejidad de las drogas. Además sugiere un lindo debate en el cual se discutirá de lo esencial para las personas con respecto a este tema”.
En conclusión, el presidenciable propone despenalizar el autocultivo y el uso terapéutico de cannabis y abrir una discusión sobre si el Estado debiese regular la producción y venta de ésta en escala comercial.