Hasta la comuna de Cerro Navia llegó el candidato presidencial para visitar en su casa a Luisa Riveros, dirigente poblacional que en 1987 le habló a Juan Pablo II desnudando la realidad de millones chilenos que vivían en la pobreza y víctimas de la violencia de la dictadura.
En la actividad, enmarcada en la conmemoración de los 40 años del Golpe de Estado, el candidato del pacto Si Tú Quieres Chile Cambia abogó por la derogación de la Ley de Amnistía.
“Hoy, 11 de septiembre, fecha de sentimientos encontrados, de memoria, de justicia y de verdad que está pendiente quisimos visitar a Luisa Riveros, un símbolo del coraje de tantos chilenos que se atrevieron a levantar la voz en dictadura para denunciar que Chile no era el país que le estaban tratando de mostrar al mundo”, señaló Enríquez-Ominami, quien llegó a la casa de la dirigenta con un ramo flores.
“Hoy, 26 años después, la señora Luisa sigue siendo un ejemplo de coraje. Una mujer que se ilusionó con la democracia, pero que sabe que muchas cosas no han cambiado. Ella no está resignada ni vota por los de siempre, ella entiende que hay propuestas distintas, con coraje, convicciones, responsabilidad”, agregó el candidato.
“Tal como ella, aspiramos a construir una sociedad normal, en la que no haya que despertarse a las 6 de la mañana para ir al consultorio, en la que haya especialistas, en la que para comprar lo básico no haya que endeudarse a 36 meses. Hoy le hablamos a los valientes, a los disconformes pero esperanzados, a los que no se resignan, a los que siguen alzando la voz, a los que ya no le creen a la Concertación ni a la derecha, a los que no le creen al PIB de 20 mil dólares, a los que quieren un cambio y que saben que ese cambio depende de ellos”, enfatizó el candidato entre los aplausos de un grupo de vecinos de la Villa Libertad, villa creada a fines de los años 60 con el nombre de Violeta Parra.
Luisa Riveros señaló: “Quiero dar gracias a Marco por estar en esta población que es historia; en el año 69 nos tomamos estos terrenos para darnos el derecho de vivir más dignamente. Cuando Salvador Allende salió electo Presidente estábamos felices porque todos íbamos a hacer nuestras casas con auto construcción. Aquí hay mucho obrero que le construye las casas a los del barrio alto, nosotros los pobres les hacemos las casas a los más ricos, le trabajamos los campos, en las minas, en el mar, pero nosotros no logramos nada para nosotros, y por eso nos tomamos estos terrenos”.
“La dictadura fue cruel, fue terrible, un dolor muy grande para este pueblo, un sacrilegio que hicieron. Nos organizamos, formamos la comunidad cristiana, armando organizaciones por la necesidad que había, la olla común, comprando juntos para ahorrar platita, y eso fue lo que le dije al Papa”, agregó.
Luisa Riveros concluyó: “Después de 40 años todavía estamos en dictadura, un poquitito más blanda, pero está igual. Seguimos con la educación pésima, porque están cerrando y fusionando colegios, en salud han construido consultorios, pero hay un puro médico y no hay remedios, de nada sirve. Tantas cosas le dije al Papa y sigue igual. Estoy agradecida de vivir aquí, me siento feliz y orgullosa de seguir trabajando por la comunidad. Ahora, cuando Marco salga Presidente, él va a cambiar las cosas”.
Marco Enríquez-Ominami respondió: “Gracias Luisa por tus palabras, por tu cariño, por tu lucha, por tu autenticidad y por el coraje de haber hablado frente al Papa y los canales de televisión de la verdad de la dictadura. El hecho de venir a ver a Luisa tiene que ver con algo más de fondo; ella expresa bien la denuncia de una gran mentira. En Chile se dice que hay empleo, pero aunque trabajes sigues siendo muy pobre”.
Respecto de la Ley de Amnistía, el candidato señaló: “A 40 años del Golpe de Estado todos lo rechazamos. A diferencia de Evelyn Matthei, corresponde –y lo dijo el mismo Presidente que pidan perdón los jueces y los medios de comunicación. Pido que el próximo 11 de septiembre –y nosotros como Gobierno lo haremos si ustedes nos dan la mayoría– el Parlamento derogue la Ley de Amnistía. Les digo a la derecha y la Concertación que se sumen a esta iniciativa y hagamos en La Moneda un acto juntos. Pero para esto necesitamos derogar esta ley”.
Finalmente, y consultado sobre las declaraciones de Manuel Contreras respecto de Miguel Enríquez –padre biológico del candidato–, concluyó: “Lo que hace Manuel Contreras es una provocación. Yo no tengo odio ni rencor ni ánimo de venganza, no tengo cuentas pendientes, pero él es un hombre condenado a casi tres siglos por múltiples violaciones a los derechos humanos. Él intenta meterme en una trampa, es un abrazo de oso, es un acto perverso decir que mi padre fue valiente porque lo enfrentó a balazos. Tengo otros tíos cuyos oficiales, señor Contreras, torturaron en una parrilla; tengo un tío desaparecido. Ellos son tan valientes como Miguel Enríquez y mi corazón va para mis primos que todavía tienen la dificultad de ir a una tumba, a la que yo sí puedo ir. Como dijo Pablo Neruda, podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”.