Acompañado por un grupo de candidatos parlamentarios del pacto Si Tú Quieres Chile Cambia, el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami exigió que se le ponga urgencia al proyecto de ley que busca crear la Subsecretaría de Derechos Humanos.
En la ocasión, el presidenciable del Partido Progresista, Partido Liberal y otros movimientos independientes se refirió también a una serie de temas relativos a la conmemoración de los 40 años del golpe militar.
“Cuesta entender por qué 24 años después de recuperada la democracia todavía no hay una Subsecretaría de Derechos Humanos. Queremos plantearle al Gobierno, que ingresó a inicios de 2012 este proyecto de ley, que le ponga discusión inmediata. Aprovechemos esta ola de sensibilidad por los derechos humanos entendidos de manera universal, para que tengamos en Chile una Subsecretaría de Derechos Humanos. Un país que vivió ese trauma bien merece una institucionalidad en derechos humanos”, señaló en candidato.
Enríquez-Ominami detalló: “Esto implica cuidar y velar por derechos humanos universales, a la inmigración, una reflexión pendiente sobre los derechos civiles y derechos que son inalienable al ser humano como es tener igualdad de condiciones frente al código penal”.
El candidato señaló que Chile requiere reformas urgentes para alcanzar una mayor democracia participativa. Es así como –junto con ampliar las atribuciones de la futura Subsecretaría de Derechos Humanos– añadió: “Para nosotros es necesario plantear una reforma constitucional para ampliar el plebiscito, para pasar de una democracia representativa, a una democracia participativa, efectiva y no solamente electiva. Proponemos que los ciudadanos puedan presentar leyes; en muchos países existe esta figura y se conoce como la iniciativa popular de ley. Un mínimo de ciudadanos presenta firmas y con esas firmas colegisla junto al Congreso. Creemos necesario también un referéndum revocatorio para que en Chile los senadores y presidentes sean revocables, que los presidentes sean revocables, como existe también en muchos países”.
Enríquez-Ominami resumió: “Esto significa proponer al país una democracia nueva. Nuestro nuevo Chile consiste en esto, una democracia que resuelva los temas energéticos, los problemas de convivencia, en eso consiste esta democracia participativa”.
Respecto de lo sucedido hace 40 años señaló: “Lo que falló el 11 de septiembre de 1973 fue la democracia, fue la posibilidad de que un grupo secuestrara el Estado para matar y para torturar. Hoy la comisión del Senado votó la reforma al binominal, y como todo lo que han hecho los últimos 24 años es una cuasi reforma binominal. Yo no quiero proponerles a ustedes los chilenos un casi Presidente sino que un Presidente del cambio, y no del casi cambio”.
“Hay más de 10 millones de chilenos que nacieron después del año 1973, y a esos 10 millones de chilenos también hay que darles un mensaje, y ese mensaje es que el problema de Chile es que no hemos mejorado la democracia. Aprovechemos la conmemoración de estos 40 años para cambiar nuestra democracia”, enfatizó.
Respecto del acto organizado por el Gobierno para el lunes 9 de septiembre, el candidato respondió: “Recibí un mail hoy día, pero no tengo los detalles. Ha sido muy confuso todo, por un lado leí que era solamente con ex presidentes, hoy es con candidatas y candidatos. Nosotros en principio no nos cerramos a participar de actos republicanos; lo vamos a evaluar, saber detalles. Si se trata de hacernos los locos y construir una ceremonia para evitar la discusión de fondo –el propio Presidente ha planteado el rol de los jueces y los medios de comunicación en dictadura– a eso no vamos a concurrir”.
Finalmente, al ser consultado sobre el escenario electoral actual, el candidato concluyó: “Si nos permiten llegar a segunda vuelta con Michelle Bachelet vamos a dejar por fin atrás a bloqueadores del país, como es Evelyn Matthei. Eso me parece mucho más importante que ir o no a La Moneda a este acto. Yo les hago una invitación a los chilenos a que dejemos atrás a Evelyn Matthei y sus equipos, porque ellos defienden las dictaduras. Llevan una candidata que no se esfuerza por pedir perdón, y ya han pasado varios días desde que se le ha pedido que se pronuncie. Moreira hoy y Matthei ayer demuestran un minuto de odiosidad que a Chile no le hace bien. Una segunda vuelta entre quien les habla y Bachelet será con una discusión de futuro, sobre energía, sobre pueblos originarios, sobre Asamblea Constituyente. Si en 2009 instalamos temas, imagínese lo que pasa si llegamos a esta segunda vuelta”.