Tomo muy poco, me engorda mucho. No soy un hombre de vicios. Fumé marihuana, probé la cocaína, todo eso, pero nunca fui drogadicto. Creo que en los diez años que he estado en política, dos noches me he excedido. Y al día siguiente dije: «esto no es posible». Estoy tan expuesto, tengo tantas actividades, una después de la otra, que un trago es incompatible.