Una nueva ofensiva ante el elevado precio de los combustibles realizó hoy el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami. Acompañado por Miguel Márquez, coordinador programático de temas de Energía y Medio Ambiente, el presidenciable criticó una vez más el errático comportamiento del SIPCO en esta materia.
“El SIPCO no funciona y pese a las modificaciones y dosis de discrecionalidad introducidas por el Ministerio de Hacienda para hacer que funcione, sigue siendo un mecanismo ineficaz, discriminatorio, que no resuelve los problemas asociados a la dependencia y vulnerabilidad energética nacional y continúa postergando el asumir los costos ambientales de combustibles contaminantes”, señaló Enríquez-Ominami.
El presidenciable recordó que “denunciamos este hecho hace un par de años y, consecuentemente, presentamos una propuesta alternativa al SIPCO: el GEPCO (Gestión Sustentable del Precio de los Combustibles)”.
Por su parte, Miguel Márquez detalló los desafíos que deben asumirse a la brevedad. “El precio de los combustibles persistirá en su crecimiento y Chile carece de políticas para enfrentar tal fenómeno en el mediano y largo plazo”, señaló, y luego agregó: “El aumento de la contaminación de cuencas, localidades y ciudades tiene estrecha relación con el uso de combustibles y energéticos en general, y Chile aún no asume el costo cabal de tales impactos en la salud de la gente ni en la flora y fauna”.
Márquez señaló que “a pesar de haber firmado cuanto protocolo sobre cambio climático aparece a nivel mundial, Chile persevera en hacer exactamente lo contrario. Existe una falta de políticas respeto de ERNC y uso eficiente de la energía, más allá de algunos remedos de ideas y políticas sustentables implementadas”.
Entre las medidas explicadas por Márquez y que forman parte del GEPCO están: “Debemos la base de quienes pagan el impuesto específico incorporando a navieras, líneas áreas, mineras y forestales, entre otros actores. Ampliar el impuesto a todos los combustibles de manera de no sólo mantener la importante recaudación tributaria alrededor de US$ 2,2 millones de 2012, sino que con cargo a estos combustibles (el que más contamina más paga, como puede ser el caso del carbón) establecer las bases de: financiamiento de combustibles limpios, el desarrollo de modelos eficientes de transporte público y el desarrollo de proyectos asociados a nuevas tecnologías como el hidrógeno”.
Marco Enríquez-Ominami, quien hoy emprendió rumbo a China para analizar las relaciones comerciales entre ambos países y sostener reuniones con altas autoridades de ese país, concluyó: “La firma de protocolos no basta para enfrentar el cambio climático. Se debe ser coherente, consistente y creíble; sin políticas energéticas y sin propuestas específicas para el fomento importante del uso eficiente de la energía, de las ERNC, de financiamiento de actividades de investigación y desarrollo, entre otras medidas, nuestra dependencia y vulnerabilidad continuará y no habrá discrecionalidad alguna que permita soslayar el mayor costo y menor competitividad por la falta de visión que se mantiene desde hace tres décadas”.