Acompañado por un grupo de estudiantes y por Juan Casassus, coordinador de educación de su campaña, el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami se refirió a los resultados de la prueba SIMCE entregados por el Presidente Sebastián Piñera esta mañana.
“Lo único que revela el SIMCE es el nivel de segregación que tiene el sistema educativo chileno. Los colegios que están en sectores populares tienen bajos resultados mientras que los que están en sectores acomodados obtienen un mejor resultado. Un sistema de medición es la peor manera para evaluar la educación, ya que sólo evalúa la capacidad de responder o no a una pregunta de selección múltiple”, afirmó el presidenciable, quien además interpeló al Gobierno a “no anunciar buenas noticias cuando no las hay”.
Del mismo modo agregó: “Finlandia es considerado como el país que obtiene uno de los mejores resultados en los indicadores de educación y no usa el SIMCE. No evalúa a sus estudiantes de esa manera. El SIMCE reproduce el clasismo y la desigualdad”.
Por otro lado, el coordinador de educación de la candidatura de Enríquez-Ominami agregó: “El tema en educación hoy en día es terminar con el lucro y aumentar los puntajes, en vez de además ver la educación como un proceso de desarrollo de una nueva sociedad. Nosotros proponemos evaluar de una forma multidimensional, es decir, que esta evaluación esté cercana de los procesos de aprendizaje de los niños y ahí corregir lo que los estudiantes no están entendiendo”.
A su vez Casassus afirmó que hay que confiar más en nuestros educadores: “Hay que darles el peso y la confianza de la educación a los profesores en vez de quitársela con pruebas que tienen como objetivo subir puntajes ni mejorar la calidad de la educación”.
Consultado sobre los dichos de la precandidata de la Concertación sobre la educación gratuita y universal y matrimonio igualitario, el candidato presidencial del Partido Progresista y movimientos independientes respondió: “Yo creo en el derecho universal garantizado, esa es la educación gratuita, pública y de calidad para todas y todos. No entiendo. Una semana dice una cosa y a la siguiente modifica su propuesta, no veo seguridad ni convicción. Ella es la candidata de la ética de la transición, que es la lógica de la medida de lo posible, la renuncia total a la convicción. Ella es candidata de un conjunto de partidos que ya tuvieron su oportunidad y que han bloqueado las grandes reformas. Tienen pánico a decir las cosas como son”.
El candidato concluyó: “Ahora están proponiendo todas las ideas que nosotros propusimos en 2009 y se nos dijo que lo que proponíamos era inviable. Hoy, tan solo tres años después, nos dicen que este es un gran proyecto. No les creo. Lo que promueven ni siquiera es la ética de la transición sino de la transacción”.