“Cuando un juicio contra un líder progresista dura diez años, lo que se persiguen no son sus delitos, sino sus ideas”, dice la carta pública firmada por el argentino Adolfo Pérez Esquivel y una veintena de dirigentes políticos internacionales, publicada este jueves en un diario transandino.
Tras el apoyo expresado por un grupo de líderes iberoamericanos hacia Marco Enríquez-Ominami, a quien el Ministerio Público llevó a juicio por supuestas irregularidades en la rendición de su campaña política, este jueves, el argentino Adolfo Pérez Esquivel y Premio Nobel de la Paz, se sumó a las muestras de respaldo hacia el excandidato y presidencial y acusó, junto a una veintena de dirigentes políticos internacionales, que al cineasta solo se le persigue por sus ideas.
A través de una Carta pública, publicada en el diario transandino Popular y firmada, entre otros, por Pérez Esquivel, se asegura que, tal como lo dijo el actual Presidente de Brasil Lula da Silva en 2021, lo que ocurre en el juicio contra Marco Enríquez – Ominami, se enmarca dentro de “una ofensiva en contra de líderes” de América Latina, “erosionándose -con ello- las conquistas democráticas”.
“La persecución y acoso a liderazgos políticos progresistas, mediante el uso de mecanismos judiciales, acompañado de una gran cobertura de los medios de comunicación hegemónicos, se ha convertido en una práctica cotidiana en América Latina, y se le ha denominado Lawfare”, agrega la misiva, aseverando que “Marco Enríquez-Ominami ha enfrentado durante casi una década, 13 acusaciones de parte de varios equipos de fiscales, doce de las cuales ya han sido desestimadas o rechazadas por los jueces de forma unánime”.
El escrito- también firmado por Estela Carlotto, Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo de Argentina- también dice que hoy, después de 8 años, “por fin ha comenzado su juicio, aunque con errores procedimentales”.
“Por estos errores el juicio, que durará dos años, podría ser en sus postrimerías, de nuevo, anulado”, reitera los firmantes, puntualizando que Enríquez-Ominami ha sido sometido a “un trato injusto y esperamos que la justicia actúe por fin con celeridad y celo”.
Cuando un juicio contra un líder progresista dura 10 años, lo que se persiguen no son delitos, sino sus ideas-1