Con el compromiso de devolverle la dignidad al servicio público y frenar los abusos de poder, Marco Enríquez-Ominami presentó su “Pacto Antiprivilegios: Servir, no ser servido”. La propuesta busca acabar con los excesos y privilegios en la alta administración del Estado, estableciendo límites éticos y concretos al poder.
“Chile no necesita más promesas, necesita límites para frenar los abusos del mercado, pero también del Estado. No vamos a tolerar más privilegios para unos pocos mientras la mayoría vive con incertidumbre”, afirmó el precandidato presidencial independiente.
Entre las medidas destacadas del pacto se incluyen:
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Tope de $4,5 millones para sueldos de autoridades como el Presidente y ministros.
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Eliminación de pensiones vitalicias a expresidentes.
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Prohibición del nepotismo y de puertas giratorias entre ministerios y empresas.
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Transformación de residencias oficiales en espacios públicos.
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Obligación de usar transporte público y prohibición de uso personal de autos fiscales.
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Declaraciones patrimoniales públicas, anuales y trazables.
Además, invitó a todos los candidatos presidenciales —en especial a quienes participan de la primaria oficialista— a firmar públicamente el pacto. “No hay letra chica ni ambigüedad. Y quien no lo firme, que dé la cara y explique por qué”.
Con este anuncio, Enríquez-Ominami busca marcar un nuevo estándar de transparencia y responsabilidad, diferenciándose no solo como candidatura independiente en lo formal, sino también en lo ético y programático.