Programa de Gobierno Marco Enríquez-Ominami 2025
Chile atraviesa una crisis política, económica y social que exige no solo transformaciones profundas, sino también un proceso de rearticulación del tejido social.
Superar esta crisis implica contar con el coraje y la convicción política necesarios para avanzar hacia un camino de diálogo, con la certeza de que solo mediante un nuevo pacto entre el sector público, el sector privado y la sociedad civil, Chile podrá construir una nueva senda de crecimiento económico, generación de empleo, seguridad pública y bienestar. Este camino debe obligatoriamente alejarse de los dogmas, la incompetencia administrativa, y los extremos a los cuales el país ha estado sometido estos últimos años.
El presente texto constituye un primer esbozo del Programa de Gobierno de Marco Enríquez- Ominami, cuyo propósito es posicionar a Chile en un nuevo camino, que nos saque del trance económico, político y social actual, y nos permita retomar la senda de la modernidad,
desarrollo y solidaridad. En él se presentan los principales ejes estratégicos elaborados por el equipo técnico del Think Tank Progresista.
Cada uno de estos ejes refleja nuestra visión país para proyectar a Chile hacia el futuro, considerando los desafíos nacionales e internacionales a los cuales nos enfrentamos. Detrás de cada una de estas propuestas, existe la convicción de que nuestro país requiere
de un Estado activo, capaz de articular el desarrollo, y de un mercado que actúe como motor del crecimiento económico, dentro de un marco de equidad y sostenibilidad.
Durante esta campaña, no solo profundizaremos los detalles de cada eje, sino que anunciaremos medidas estratégicas que apelarán a los valores intrínsecos de nuestra identidad, superando la polarización improductiva que nos hizo perder cuatro años de desarrollo, a nivel país, gastando más de 150 mil millones de pesos en dos procesos constituyentes y cinco elecciones.
También nos tomaremos el tiempo para dialogar y construir consensos en torno a nuestras medidas de gobierno, involucrando al sector privado, actor clave en el proceso de reinversión industrial, y a la sociedad civil junto a las comunidades locales, fundamentales a la hora de garantizar la coherencia, la legitimidad y el enfoque territorial de cada iniciativa.
Estamos convencidos de que Chile requiere, más que nunca, de diálogo y de acuerdos amplios que involucren tanto al sector público, como al privado y la sociedad civil. Se acabó el tiempo de la improvisación del oficialismo, el autoritarismo y los viejos dogmas ideológicos que, bajo cualquiera de sus formas, solo conducen a la polarización y el estancamiento del país.