Más de 300 consejeros del Partido Progresista provenientes de todo el país escucharon hoy el discurso del candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami en la primera Convención Programática del PRO.
Ante una sala plenaria repleta en el ex Congreso Nacional, el presidenciable se refirió al anuncio de Evo Morales de llevar a Chile a La Haya para resolver temas limítrofes. “Que Bolivia nos lleve a La Haya es un fracaso de ambos países, de Piñera y la Concertación”, sostuvo Enríquez-Ominami.
“Emplazamos a Sebastián Piñera a que corrija la política exterior de este Gobierno. El Presidente parece llevarse mejor con los salmones que con los peruanos y bolivianos”, agregó.
El presidenciable, que recibió 20 votos programáticos y un voto político por parte del Partido, añadió: “Nosotros solucionaremos los problemas bilaterales con caminos múltiples, y muchos son difíciles y controversiales. ¿Tiene sentido seguir peleando de esta manera con todos nuestros vecinos? No. Si un dictador cruel y sangriento propuso un camino de solución, no hay razón para que nosotros no lo propongamos. Cualquier propuesta requiere volver a sentarse a la mesa, cosa que el Presidente Sebastián Piñera ha hecho poco. Si se rompe la mesa de conversación, no se puede avanzar. Lo primero es mantener el diálogo y es lo que no han hecho ni la Cancillería chilena, ni la boliviana”.
En la ocasión, y ante una asamblea que interrumpió con aplausos y vítores su discurso en reiteradas ocasiones, el presidenciable se refirió a la proclamación realizada por los delegados de las 15 regiones del país. “Primero responderemos para qué queremos ser gobierno, eso es lo que hoy la Concertación y la derecha no han hecho. Yo creo en la educación pública, gratuita y de calidad y eso es lo más importante. No es aceptable decirnos que porque es difícil, es mejor no hablar de eso”.
“La política es el espacio a través del cual queremos cambiar a las grandes mayorías y lo vamos a hacer por esta vía y no por otro camino. Los votos que el Partido Progresista me ha entregado son la prueba viva de cómo entendemos la política, esa de la convicción y de la responsabilidad”, agregó.
Enríquez-Ominami se refirió también a los líderes de la Concertación: “El dilema no son ustedes, el dilema no es si Chile debe depender o no de la Concertación. El dilema de nuestro país es la desigualdad y son los poderes fácticos los grandes bloqueadores del sistema”.
El presidenciable fue ovacionado por largos minutos de pie, agradeció el esfuerzo de las bases del partido por haber viajado largos kilómetros para decir presente y concluyó con un llamado para que las propuestas progresistas lleguen a cada rincón del país: “Esta elección la ganaremos con el trabajo de todos”.