En febrero del 2008 vio la luz el entonces nuevo reglamento de drogas que, entre otras anomalias y desproligidades, recalificaba la cannabis, sin fundamento alguno, dentro de la lista 1 de sustancias altamente peligrosas y toxicas (como la heroina o la cocaina). Pero la medida, implementada por Bachelet a instancias de los ex jerarcas del antiguo CONACE.