Mi sueño, mi obsesión, mi trabajo desde hace 10 años, es lograr que Chile sea un país desarrollado, donde vivamos mejor, pero donde vivamos mejor todos juntos. Precisamente un país como esos con los que nos gusta tanto compararnos: Finlandia, Alemania, incluso Estados Unidos.
Porque en estos países desarrollados y normales pasan las siguientes cosas: Los empresarios compiten y compiten en el mercado. Los niños se educan y aprenden, los enfermos se sanan. Los trabajadores (técnicos y profesionales) tienen derechos, los sindicatos son fuertes y ganan bien. Los jubilados viven el júbilo de la vejez. Y todos sienten que son parte del Estado, y no que el Estado es de unos pocos o un botín de guerra.
Pero en Chile todo esto es al revés. Acá los empresarios no compiten, se coluden para cobrar más. Los niños no se educan, compiten según el SIMCE para que el colegio no sea bueno sino que esté bien rankeado para que tenga más alumnos y entonces más subvención. Acá los enfermos antes de sanarse se empobrecen, y las personas tienen prohibido envejecer, porque las pensiones son de chiste. Los trabajadores ganan muchas veces menos que los dueños de sus empresas, y no tienen derechos garantizados, ni sindicatos empoderados.
Vivo en la ardiente paciencia de hacer de Chile un país desarrollado pero al derecho. Para eso me he preparado, hemos conformado un equipo de excelencia, nuevo y transparente, hemos hecho el mejor programa de Gobierno que se ha visto en las últimas elecciones. Todos nuestros sueños son compromisos, porque todos son realizables y nuestro programa es un plan.
Pero siento que en Chile esta locura de ser un país al revés se instaló también en la política. Porque, como decía Einstein, «es una locura pretender que pasen cosas distintas haciendo lo mismo», pero en Chile muchos creen que las cosas cambiarán votando por los mismos. La paciencia es injusta. Proponemos un cambio y no un casi cambio. Este cambio tiene que ser ahora y quiero que los chilenos y chilenas se den cuenta de esto y voten por mí, para que logremos juntos este sueño y juntos realicemos este plan. Yo Marco por ti.