La lucha contra el crimen organizado es un desafío continuo que requiere enfoques innovadores. Una medida que debe ser considerada es bloquear las señales telefónicas en las cárceles de Chile. A simple vista, puede parecer drástico, pero examinemos por qué es una propuesta valiosa.
Las cárceles no solo deben ser lugares de castigo, sino también de rehabilitación. Sin embargo, la realidad es que, en muchos casos, se han convertido en centros de operaciones para el crimen organizado. Desde allí, las redes criminales pueden planificar, coordinar y ejecutar actividades ilícitas con facilidad, incluso extorsionando a personas fuera de las cárceles.
El bloqueo de señales telefónicas en las prisiones tiene el potencial de disminuir drásticamente la capacidad de estas redes criminales para operar desde el interior de las cárceles. Esto no solo dificultaría la comisión de delitos, sino que también contribuiría a un ambiente más seguro para el personal de las cárceles y otros reclusos.
Para implementar esta medida, debemos superar obstáculos técnicos y legales, pero es un paso esencial para recuperar el control de nuestras cárceles y combatir el crimen organizado. Es hora de que el Estado asuma su responsabilidad y garantice que las cárceles cumplan su propósito original: la reinserción y no la perpetuación del crimen.
El Estado es responsable del crecimiento del crimen organizado, mientras no se bloqueen las señales telefónicas en las cárceles. Es hora de actuar para terminar con el problema de raíz. Es posible y solo ha faltado voluntad política.
— Marco Enríquez-Ominami (@marcoporchile) October 25, 2023