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Los sueldos en Chile: una verdad incómoda

Marco Enríquez-Ominami en San Antonio

¿Por qué los sueldos en Chile no mejoran a corto plazo?

En Chile, la realidad de los sueldos es una preocupación compartida. La verdad es que muy pocos están dispuestos a admitir que los salarios simplemente no alcanzan para vivir. En la actualidad, la mitad de las personas que trabajan en Chile ganan menos de 550 mil pesos al mes. Esta es una situación que no cambiará en el corto plazo.

Se trata de una patología arraigada en la economía chilena: la necesidad de más de un trabajo para llegar a fin de mes. O peor aún, la dependencia de trabajos eventuales, como sucede a menudo con muchos compatriotas.

La realidad innegable es que los sueldos no mejorarán a corto plazo, y esto se debe a que el problema económico en Chile es estructural, no coyuntural. Si bien existen factores coyunturales que influyen en la economía, como la guerra en Ucrania, el precio del petróleo y otros, el problema subyacente radica en el modelo económico.

Entonces, ¿qué podemos hacer para abordar esta situación? Si bien es positivo que un país cuente con un sistema crediticio y facilidades bancarias, en Chile, gran parte de la deuda privada se acumula por motivos esenciales: educación, salud, incluso para enfrentar enfermedades como el cáncer, y simplemente para acceder a la educación o atención médica adecuada. ¿Cuál es la solución?

Una de las soluciones es regular el mercado crediticio, pero a mediano plazo, la clave radica en avanzar hacia un Estado social. Un Estado que garantice derechos fundamentales, como educación, salud, previsión, vivienda, transporte, acceso a internet, agua y otros servicios esenciales. Esto protegerá los ingresos de las personas y mejorará su calidad de vida.

Entonces, ¿cómo se financia un Estado social? La respuesta está en impuestos progresivos en lugar de regresivos. Este es el desafío que enfrenta nuestra economía a corto, mediano y largo plazo. La visión de un Chile con salarios justos y una mejor calidad de vida para todos está en nuestras manos.