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El Partido Progresista frente a: Castilla, la carretera pública eléctrica y la ausencia de política energética

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Castilla, Barrancones, Hidroaysén y ahora la carretera pública eléctrica representan “soluciones” de los años 50 a los problemas y desafíos energéticos de los próximos 30 años.

Castilla como la mayoría de los megaproyectos energéticos en Chile están plagados de irregularidades, ilegalidades y presiones desembozadas de las eléctricas, de la SOFOFA  y de los gobiernos de turno. Lo afirma la propia Corte Suprema con su fallo.

Chile posee una de las matrices eléctricas más sucias, caras e inseguras en el suministro eléctrico generado, paralelamente, elevados grados de concentración en el mercado eléctrico nacional.

 

Uno de los mercados más privatizados del mundo es gobernado por decretos de racionamiento debido a la falta de política energética con objetivos de corto, mediano y largo plazo. Las crisis recurrentes a las que no han acostumbrado los 6 ministros de energía en estos últimos dos años (se incluye al último de la Concertación que comparte plenamente el modelo) no se han transformado en colapso por que los pagan la gente, la Pyme y el medio ambiente.

El Partido Progresista sostiene que antes de ofrecer más energía y más centrales se debe usar mejor la energía y avanzar propuestas en este sentido. El presupuesto de la Nación del 2012, disminuyó el presupuesto en uso eficiente de la energía y en la promoción y desarrollo de las energía renovables que hoy son las verdaderas opciones de países desarrollado frente al cierre de centrales nucleares y de térmicas a carbón, junto al cambio en los patrones de consumo de energía y la inversión en investigación y desarrollo en la construcción, transporte y procesos industriales.

El Partido Progresista sostiene que cualquiera sean las opciones energéticas, en este caso eléctricas, se deben cambiar las reglas del juego que se mantienen desde la dictadura y maquilladas durante los gobiernos de la Concertación.

No habrá posibilidad alguna de apostar por verdaderas soluciones energéticas sustentables, tanto por el lado de la energía que se ofrece, como de la forma en que ésta se consume, esencial para un país en extremo vulnerable y carente de petróleo, sino se cambian las reglas del juego. La certidumbre y seguridad del suministro en el mediano plazo depende de ello, así como la competitividad de la economía en este ámbito.

Cambiar las reglas del juego significan:  cambiar el más vendo más gano hoy imperante en los mercados energéticos por el mejor usamos la energía más ganamos todos, cambiar el tarifado y procesos de formación de precios de la energía, allanar el acceso a la energía sustentables (renovables, uso eficiente, generación distribuida, cogeneración, entre otras), cambiar los métodos y perspectivas de evaluación ambiental de los proyectos energéticos incorporando los impactos ambientales, y pasar de la participación limitada y manipulada a una participación informada de la gente en la toma de decisiones respecto de megaproyectos energéticos.

Santiago, agosto del 2012.

Marco Enríquez-Ominami

Presidente PRO

Miguel Márquez

Encargado de Energía – PRO