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Marco y el cambio de gabinete: “Los economistas conservadores no nos van a salvar de una idea equivocada sobre educación sólo como problema de gestión. Se requieren ministros con experiencia y convicción en educación publica”

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Acompañado por la Encargada del Programa de Vivienda y Urbanismo de la candidatura Beatriz Stäger y por el asesor y director de Defendamos la Ciudad, Patricio Herman, el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami criticó la intención del Gobierno de introducir cambios al plan regulador de Santiago que le agregan más hectáreas urbanas a la Región Metropolitana.

 

Sobre las posibles modificaciones, que afectarían a 8 comunas de la capital, el presidenciable señaló: “Por un lado se nos dice que hay una enorme voluntad de repensar el desarrollo de nuestras ciudades y por otro se toman acciones inmediatas para enajenar áreas verdes en nuestras ciudades. Nos referimos al Plan Regional Metropolitano de Santiago (PRMS-100), iniciativa para desafectar áreas urbanas para construcciones de vivienda”.

Patricio Herman agregó: “Hoy la Región Metropolitana tiene 125.000 hectáreas aptas para hacer construcciones. El año 2003, bajo el gobierno de Ricardo Lagos, se aprobó una normativa que permite construir en áreas agrícolas todo tipo de negocios inmobiliarios sin restricción siempre y cuando el titular del proyecto tenga un terreno con una superficie mínima de 300 hectáreas. Como las normas para adscribirse a este tipo de negocios son bastante serias, se inventó una fórmula más amigable, por decirlo de alguna manera, para hacer negocios inmobiliarios en 10.000 hectáreas agrícolas que están situadas en ocho comunas de la RM”.

“Estos negocios no son justificados dado que ya existe la norma para construir, las compensaciones que se le van a elegir a los eventuales conductores son absolutamente inconducentes. Este es un proyecto que se ha manejado en secreto, por lo tanto, hacemos un llamado al Presidente de la República para que determine la paralización de este proyecto hasta que no se tenga en cuenta la política nacional de desarrollo urbano”, agregó Herman.

Por su parte, Beatriz Stäger señaló: “El PRMS-100 tiene como objetivo agregarle 10.000 hectáreas más urbanas al suelo de Santiago. Esto significaría tener más segregación, más contaminación y mayor tiempo de desplazamiento. Es un plan que ha tenido un alto nivel de repudio a nivel de arquitectos, de urbanismo y del colegio de arquitectos. Por otro lado, el Gobierno está llamando a crear una política de desarrollo urbano con el objetivo de crear ciudades más sustentables y con mejor calidad de vida, fin que se contradice con el PRMS-100”.

Consultado sobre el cambio de Gabinete, el candidato presidencial señaló: “En Educación se ha perseverado en una idea equivocada que es que los problemas son de la economía, los puntajes, el Simce y el lucro. Los ministros de Educación que hemos conocido son tres, que le han dado la espalda a la discusión más de fondo. Se nota que vienen desde la economía y de la gestión y no desde la reflexión más sustantiva de qué es educar personas. Cualquier nuevo nombramiento merece un tiempo para expresar lo que quiera hacer, pero perseverar en la idea de que los economistas conservadores nos van a salvar es una idea equivocada. Lo evidente que se requiere en un ministro es experiencia y convicción en educación pública. Hemos tenido ministros con poca experiencia y poca convicción”.

Sobre el supuesto clima de crispación en el Parlamento, el presidenciable señaló: “En el fútbol cuando los equipos se pelean en la cancha se despiden de un beso al final y los que se quedan peleando son las barras. Yo no voy a caer en esa trampa. No me compro esta idea de clima enrarecido. Aquí todos piensan básicamente lo mismo sobre una gran cantidad de temas”.

Finalmente, y sobre las declaraciones de guerra pronunciadas por el Presidente de RN, Enríquez-Ominami concluyó: “Por suerte, veo una derecha mucho más apaciguada que la de Carlos Larraín, creo que él hace este personaje pero estoy seguro de que las nuevas generaciones de la derecha no lo están acompañando. Si Larraín quiere jugar a la guerra que lo haga en su oficina con soldaditos”.