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[Radio Caracol]Marco Enríquez-Ominami advierte preocupación en inversionistas

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Chile sigue siendo un país atractivo para los negocios, pero los inversionistas tienen una «preocupación emergente» debido a los recientes escándalos en los que se mezclan la política y los negocios, dijo hoy el líder progresista y excandidato presidencial Marco Enriquez-Ominami.

 

Agencia EFE | 10 de Marzo de 2015

Santiago de Chile, 10 mar (EFE).- Chile sigue siendo un país atractivo para los negocios, pero los inversionistas tienen una «preocupación emergente» debido a los recientes escándalos en los que se mezclan la política y los negocios, dijo hoy el líder progresista y excandidato presidencial Marco Enriquez-Ominami.

«Chile va a tener que cambiar de estrategia. La idea de que somos una buena casa en un mal barrio se acabó», declaró en un encuentro con corresponsales el fundador del Partido Progresista, actualmente el político mejor evaluado en las encuestas.

Marco Enríquez-Ominami, candidato en las elecciones presidenciales de 2009 y de 2013, acaba de concluir una gira por cinco países de Latinoamérica en la que ha constatado el impacto en medios políticos y financieros de los casos de corrupción y tráfico de influencias que han aflorado en Chile en los últimos meses.

«A Chile le tiene que preocupar lo que está ocurriendo en Brasil», señaló en relación con las turbulencias políticas que ha generado la existencia de una vasta red de corrupción detectada en la empresa estatal Petrobras.

El líder progresista, quien ha expresado en varios ocasiones un apoyo crítico a las reformas emprendidas pro el gobierno de Michelle Bachelet, considera que también «se ha terminado la idea de que Chile tenía una política exterior ejemplar».

Y aunque es partidario de encontrar una solución dialogada a la aspiración de Bolivia de tener un acceso soberano al océano Pacífico, expresó su «total apoyo» a las acciones de la diplomacia chilena, después de que el gobierno de Evo Morales llevara el caso ante la Corte Internacional de Justicia.

«No hay que pasar por La Haya (sede de la CIJ) para ir a La Paz», aseveró el excandidato presidencial, quien no obstante considera que las autoridades chilenas tienen que «ocuparse más de las relaciones con los vecinos».

Enríquez-Ominami pidió al Gobierno que sea «más firme y saque la voz» con Perú para decir «que no es aceptable que la diplomacia peruana esté todos los días buscando subterfugios para seguir intoxicando las relaciones».

El pasado sábado, el Gobierno de Ollanta Humala anunció el retiro de su embajador en Chile y condicionó su regreso a las investigaciones y «las satisfacciones» que reciba sobre el caso de presunto espionaje por el que están siendo investigados tres suboficiales de la Marina de Guerra peruana.

Además de criticar el manejo de este asunto por parte del gobierno de Humala, Enríquez-Ominami considera que las autoridades peruanas están dando largas para aplicar la resolución adoptada por la CIJ en enero de 2014 que zanjó la demanda presentada por los límites de la frontera marítima con Chile.

Acerca de la situación en Venezuela, país al que definió como «una democracia en problemas», declaró que «buena parte de América del Sur está actuando con los viejos paradigmas».

«Aislar a Venezuela no ayuda» a resolver la crisis, aseveró.

Sobre la situación política en Chile, Enríquez-Ominami comentó que «la presidenta Bachelet es una mujer honesta», pero advirtió de que «está en una carrera contrarreloj» y criticó que en el palacio de la Moneda no haya más preocupación por garantizar el crecimiento en un contexto de desaceleración económica.

«Su capital político está desafiado», porque al mismo tiempo tiene que dar señales contundentes de su voluntad de acabar con la corrupción y sacar adelante iniciativas políticas de gran calado, como la reforma laboral, la despenalización del aborto y el cambio del modelo educativo.

Enríquez-Ominami cree que tras la reciente aprobación de la reforma electoral, que puso fin al sistema binominal, se va a producir una atomización de la representación parlamentaria, con hasta quince partidos en el Congreso, por lo que «va a ser más difícil gobernar y aprobar leyes».

Fuente: Radio Caracol